Erbil (Agencia Fides) - El sectarismo está aniquilando el sentimiento de pertenencia de la nación iraquí, y hasta los cristianos se ven «arrastrados por la lógica sectaria y por sus divisiones». Para ellos, frágil comunidad minoritaria, el contagio del sectarismo equivale a la autodestrucción: Es un llamamiento sincero y urgente que hace el Patriarca caldeo Louis Raphael Sako «a los caldeos de todo el mundo». Una advertencia emitida en un momento que el cardenal Sako considera crítico para las comunidades cristianas. Es un tiempo decisivo en el que la supervivencia de las comunidades cristianas en Irak no parece amenazada tanto por enemigos externos, sino por ambiciones y divisiones sectarias que están dividiendo los corazones de los hermanos y hermanas en Cristo. El Patriarca recuerda en el mismo título del Mensaje las palabras de Jesús en el Evangelio según San Mateo: «Todo reino dividido en sí mismo va a la ruina; y toda casa dividida en sí misma no puede subsistir».
En su mensaje, publicado el domingo 18 de febrero, el Patriarca pone en tela de juicio «las influencias internacionales y regionales y los partidos corruptos» que «se esfuerzan por dividir a los iraquíes en comunidades sectarias», y «han conseguido destruir el sentimiento de pertenencia a una nación».
En la actualidad, en Iraq -prosigue el cardenal Sako- cada uno «pretende pertenecer a su propia comunidad: chiíes, suníes, kurdos y ahora también cristianos», mientras que los gobiernos, «igualmente inmersos en esta lógica sectaria», parecen incapaces de proteger la soberanía nacional del país.
El cardenal caldeo confiesa que «ha constatado con dolor» todas las divisiones existentes en el seno de las comunidades cristianas iraquíes durante su reciente viaje a Bélgica y los Países Bajos. Además, en esos países, entre los cristianos iraquíes de la diáspora, «hay quienes se llaman a sí mismos caldeos o asirio-caldeos y quienes se definen asirios o siriacos». Hay quienes se movilizan para «fundar un nuevo partido» y quienes «planean organizar una conferencia caldea, y desde luego no es por el bien de los caldeos».
Las divisiones entre los cristianos iraquíes -insiste el Patriarca- «nos conducen a la autodestrucción», un escenario que hay que evitar no llamando a los caldeos a unirse «en torno a su identidad y su Iglesia».
El Patriarca Sako, que se encuentra actualmente en un intenso viaje a Arabia Saudí, reivindica su apoyo a la unidad de las Iglesias, recordando que «la unidad se consigue con personas fuertes, no con oportunistas».
El cardenal iraquí señala también que las divisiones que se infiltran entre los cristianos de Irak y Oriente Próximo tienen una matriz de carácter político. El Patriarca invita a considerar lo que ocurre en el Líbano, donde los intentos del Patriarca Bechara Boutros Raï de reunir a los partidos políticos maronitas para elegir un Presidente de la República «no han tenido éxito». «No hay salvación para nosotros -concluye el Cardenal Sako-, sin unidad y solidaridad, sobre todo porque nuestro número en Irak disminuye y nuestra presencia está amenazada».
(GV) (Agencia Fides 20/2/2024