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Dosso (Agencia Fides) - “Después de tres meses de gobierno militar no hay solución. Seguimos viviendo una situación complicada en todo el país. La situación parece empeorar porque, hasta el momento, no se ha intentado ni propuesto ninguna solución, ni a nivel económico ni político”. Lo cuenta a la Agencia Fides el padre Rafael Casamayor, misionero en la pequeña comunidad cristiana de Dosso, a 150 kilómetros de la capital, Niamey. “Desde el golpe de Estado del pasado mes de julio (ver Agencia Fides 27/7/2023), el país sigue paralizado, ni siquiera los empleados públicos reciben salario, los precios de los productos básicos, incluidos los medicamentos, siguen aumentando o faltan por completo”, lamenta el sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas, misionero en la pequeña comunidad desde 2021.
El padre Rafael habla de cómo las dificultades generalizadas han influido también en el inicio de este año pastoral y, en la dificultad, explica que ha notado una mayor unión y solidaridad entre la comunidad cristiana en la que trabaja. “En los últimos tres o cuatro meses se han casado por la Iglesia cinco jóvenes parejas, el número de catecúmenos ha aumentado un poco más y hay un ambiente que parece más fraterno y relajado”.
“En la última semana de octubre, junto con nuestras comunidades de base (ver Agencia Fides 26/9/2023) distribuimos alimentos en los diferentes barrios de la ciudad, en los lugares más remotos, a las familias más pobres, donde uno se pregunta cómo es posible vivir así de hacinados en chozas de apenas ocho o diez metros cuadrados”. “Y cuando llueve, ¿adónde van?”, me preguntó un seminarista de Benín que participó con nosotros en esta iniciativa. Nunca había visto tanta pobreza y me dijo: 'Es la primera vez que participo en una distribución de alimentos a los más pobres y al contemplar las condiciones extremadamente precarias de estos hermanos se me parte el corazón'”.
“Lo que hizo posible este gesto de solidaridad hacia los hermanos más desfavorecidos fue precisamente el espíritu de fraternidad nacido entre hombres procedentes de culturas, lugares, tierras y mundos tan diferentes”, subraya el padre Casamayour. "Las comunidades de base de los distintos barrios recogen la información de las familias más necesitadas y, de noche, de la forma más discreta, proceden a repartir bolsas de arroz y les dan algo de dinero para. Un concejal nos felicitó por la iniciativa, pero, sobre todo, por la manera discreta y humilde con la que ayudamos a los más pobres, sin hacer ruido”.
El sacerdote concluye su testimonio añadiendo detalles sobre las próximas iniciativas que están llevando a cabo. “Después de nuestra reciente asamblea diocesana en Niamey (ver Agencia Fides 19/10/2023), estamos planificando cursos para los distintos grupos de jóvenes, entre ellos: cultura songhay-djerma, asistencia a los enfermos-caritas, escuela de oración, discernimiento, deporte, grupo misionero... Y también catequesis para niños y adultos. Nuestro trabajo con los niños y adolescentes ciegos también está avanzando de manera notable” (ver Agencia Fides 7/1/2022).
(RC/AP) (Agencia Fides 3/11/2023)