ÁFRICA/NÍGER - El Níger de los pequeños, de los que están acostumbrados a sufrir y a vivir con lo mínimo

Dosso (Agencia Fides) – “Padre, no piense en irse con lo que está pasando en el país. - No, hijo mío, yo me quedo”. Es una conversación que reproduce el padre Rafael Casamayor, misionero en Dosso desde 2021, con 50 años de presencia en el continente africano, y que ahora vive en el Níger post golpe de Estado del 16 de julio. “El país avanza, la sociedad y la gente normal y corriente no parece nerviosa, aunque sigue adelante con la incertidumbre de no saber a qué puede conducir este golpe militar que pone en jaque la paz que parecía instaurada en el país desde hace diez años”, asegura el religioso de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) al describir el día a día de la pequeña comunidad en la que participa.

“Todos seguimos con nuestras ocupaciones habituales, yo con la misión de Dosso, de las comunidades, de los grupos, con la preparación de los niños ciegos con los que queremos hacer cursos de formación y con el cuidado de la visión. En concreto, estamos evaluando cómo afrontar la hambruna que amenaza al país en los próximos meses y que ya está dando señales. Las cosechas no van bien y las lluvias llegaron tarde. Además, los países vecinos, debido al golpe, han cerrado sus fronteras y los precios de los alimentos básicos se han disparado, y seguirán subiendo. Hablamos de ello en una reunión del comité parroquial. La opinión es unánime, el hambre está a la vuelta de la esquina, ya está presente en algunos lugares, y es necesario hacer algo. ¿Pero qué podemos hacer? Rezad y pedid a los amigos que nos ayuden”.

El padre Rafael habla de los niños ciegos y de los avances realizados con ellos (ver Agencia Fides 7/1/2022). “Son ellos, los privilegiados, a quienes no podemos olvidar. Llevamos cuatro años trabajando con ellos y para ellos, tanto en Gaya como en Dosso, y creo que podemos estar felices, no solo por ellos, como se ve en sus caras y gestos, sino también por la felicidad de sus padres. Queremos ir más allá en los próximos años, tener el reconocimiento del Estado, establecer un programa pedagógico y de formación adecuado y poder contar con una atención oftalmológica adecuada”. “Larga vida a Níger. El Níger de los pequeños, el de cada día”, concluye el misionero.
(RC/AP) (Agencia Fides 31/8/2023)

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