ÁFRICA/SUDÁN - Veinte años de guerra en Darfur, mientras la atención se centra en la crisis de Jartum

viernes, 7 julio 2023

Jartum (Agencia Fides) - En 2023, Darfur está oficialmente en conflicto desde hace 20 años. Las tensiones entre las comunidades árabes y no árabes en la parte occidental de Sudán llevan décadas causando estragos. En 2003 estalló una guerra que afectó a toda la región. Según algunos, el conflicto comenzó en febrero de ese año, cuando rebeldes desconocidos atacaron edificios gubernamentales en un pueblo de las montañas de Jebel Marra y se autoproclamaron Ejército de Liberación de Sudán (ELS); otros afirman que fue en abril de 2003, atacando también la capital, El-Fasher, en Darfur Norte, y aviones gubernamentales. Estos ataques desencadenaron la respuesta del gobierno de Jartum con violencia masiva contra las comunidades no árabes de Darfur.
Ahora que un nuevo conflicto asola las calles de la capital de Sudán, Jartum, desde el 15 de abril de 2023, la violencia se intensifica en la inquieta región occidental (véase Agenzia Fides17/4/2023) y Darfur se ve envuelta en otro conflicto, o en la extensión y escalada de uno antiguo, según informa la prensa local. Aunque los combates se concentran en Jartum, Darfur sigue registrando el mayor número de muertos del país, más de 1.000 y 11.000 heridos hasta el 17 de junio, cifras que se creen subestimadas y que parecen no incluir completamente a Darfur. Incapaces de confiar en los esfuerzos internacionales para mediar en un alto el fuego, los actores locales de la región han decidido tomar el asunto en sus propias manos, con líderes tradicionales, activistas revolucionarios y rebeldes que buscan un alto el fuego para frenar una situación totalmente precaria que afecta a millones de desplazados.
Las fuentes históricas se remontan a 2004, cuando las organizaciones humanitarias realizaron una ingente labor de ayuda a la población (véase Fides 3/2/2004) antes de que 13 de ellas fueran expulsadas en 2009 por el entonces presidente de Sudán, al-Bashir, en respuesta a una orden de detención de la Corte Penal Internacional dictada contra él. Estas ONG eran las más importantes y proporcionaban aproximadamente la mitad del trabajo de socorro en Darfur. Nunca fueron realmente sustituidas y, para las que quedaron, el acceso humanitario siguió reduciéndose. Tras la caída de al-Bashir en 2019, las puertas se volvieron a abrir con todavía tres millones de desplazados internos a los que ayudar. En octubre de 2022 se inauguró un nuevo centro de salud que proporciona exámenes y medicamentos gratuitos a unos 30.000 pacientes, 250 al día. Entre las dolencias más comunes están la desnutrición, infecciones urinarias debidas al agua sucia, enfermedades de la piel por falta de agua e infecciones respiratorias estacionales que los médicos locales atribuyen al cambio climático. El centro de salud se llama Tukumare, que es también el nombre de la sección del campo donde se encuentra, y de un pueblo donde vivían muchos de los desplazados antes de que fuera arrasado en 2010.
(AP) (Agencia Fides 7/7/2023)


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