VATICANO - Papa Francisco: el testimonio en tiempos de persecución “puede dar mucho fruto para la fe”. E invita a rezar por el anuncio del Evangelio en China

miércoles, 24 mayo 2023

Roma (Agencia Fides) - El testimonio del Evangelio en tiempos de persecución “puede dar mucho fruto para la fe”. Así lo atestiguan decenas de testigos y mártires que han confesado la fe en Cristo en circunstancias adversas y en tiempos de tribulación. Son santos como san Andrés Kim Tae-gon el primer sacerdote mártir de Corea propuesto hoy de nuevo por el Papa Francisco entre las figuras de “testigos ejemplares” que “nos enseñan el celo apostólico”. El Obispo de Roma ha dedicado al santo mártir coreano la nueva catequesis del ciclo dedicado a la pasión por el anuncio del Evangelio, pronunciada durante la audiencia general de hoy, miércoles 24 de junio. El Papa ha recordado también que el primer anuncio del Evangelio en Corea fue obra de laicos: “Fueron los laicos bautizados los que transmitieron la fe, no fueron los sacerdotes, porque no los había: vinieron después, así que la primera evangelización la hicieron los laicos. ¿Seríamos nosotros capaces de algo así?”, ha preguntado el Pontífice.
“Hace unos 200 años -ha recordado el Papa Francisco, presentando la figura de san Andrés Kim-, la tierra coreana fue escenario de una persecución muy severa: los cristianos fueron perseguidos y aniquilados. Creer en Jesucristo, en la Corea de entonces, significaba estar dispuesto a dar testimonio hasta la muerte”.
“En ese contexto, Andrew Kim tuvo que adoptar estratagemas hasta para comunicarse con sus hermanos en la fe. Para reconocer a otros cristianos - ha recordado el Papa - existía un signo de reconocimiento previamente acordado: te encontrabas con ese cristiano y él llevaba ese signo en el vestido o en la mano; después, en secreto, te hacía la pregunta - pero en un susurro: '¿Eres discípulo de Jesús? Como había otras personas observando la conversación, el santo tenía que hablar en voz baja, diciendo sólo unas pocas palabras, las más esenciales. Así, para Andrew Kim, la expresión que resumía toda la identidad del cristiano era 'discípulo de Cristo': '¿Eres discípulo de Cristo?', pero en voz baja porque era peligroso. Estaba prohibido ser cristiano”.
El cristiano -ha observado el Papa, tomando como punto de partida los acontecimientos de la vida de san Andrés Kim- es por naturaleza aquel que predica y da testimonio de Jesús. “Cada comunidad cristiana recibe esta identidad del Espíritu Santo, y así toda la Iglesia, desde el día de Pentecostés. Y de este Espíritu, que recibimos, viene la pasión, la pasión por la evangelización, este gran celo apostólico: es un don del Espíritu”. Y aunque el contexto circundante no sea favorable, “la pasión no cambia, al contrario, adquiere un valor aún mayor. San Andrés Kim y los demás fieles coreanos han demostrado que el testimonio del Evangelio dado en tiempos de persecución puede dar mucho fruto para la fe”.
En la parte final de su catequesis, el Papa Francisco ha relatado también el momento en que, siendo un joven seminarista, San Andrés Kim, para acoger en secreto a los misioneros católicos venidos del extranjero, tuvo que caminar por la nieve, sin comer, hasta caer al suelo sin fuerzas, corriendo el riesgo de perder el conocimiento y congelarse allí. En ese momento - ha recordado el Papa - de repente, el futuro mártir oyó una voz que le llamaba a levantarse y volver a caminar. “Al oír aquella voz, Andrés se reanimó, al ver como una sombra de alguien que le guiaba. Esta experiencia del gran testimonio coreano - ha proseguido el Obispo de Roma - nos hace comprender un aspecto muy importante del celo apostólico. Es decir, el valor de volver a levantarse cuando se cae”. Hasta los santos caen, ha recordado el Papa, y esto sucede desde “los primeros tiempos, pensemos en San Pedro: cometió un gran pecado, pero tuvo fuerza en la misericordia de Dios y se levantó de nuevo”. “Por difícil que sea la situación -ha continuado el Papa- no debemos renunciar a lo que es esencial en nuestra vida cristiana, es decir, la evangelización”. Mirando el ejemplo de los grandes santos, cada uno, “a nuestra pequeña manera” puede “evangelizar a la familia, evangelizar a los amigos, hablar de Jesús, pero hablar de Jesús y evangelizar con el corazón lleno de alegría, lleno de fuerza”. Y esto -ha concluido el Papa, hablando de forma improvisada – “nos lo da el Espíritu Santo. Preparémonos para recibir al Espíritu Santo en el próximo Pentecostés y pidámosle esa gracia, la gracia del coraje apostólico, la gracia de evangelizar, de llevar siempre adelante el mensaje de Jesús”.
En la parte final de la Audiencia, el Papa Francisco también ha recordado que hoy, 24 de mayo, se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia Católica en China, coincidiendo con “la fiesta de la Bienaventurada Virgen María Auxiliadora, venerada e invocada en el Santuario de Nuestra Señora de Sheshan, en Shanghai”. En esta ocasión, el Sucesor de Pedro ha querido “asegurar el recuerdo y expresar cercanía a nuestros hermanos y hermanas de China, compartiendo sus alegrías y esperanzas”. El Papa, en esta ocasión, ha querido dirigir “un pensamiento especial” a “todos los que sufren, pastores y fieles, para que en la comunión y solidaridad de la Iglesia Universal experimenten consuelo y aliento”. “Invito a todos -ha añadido el Pontífice- a elevar sus oraciones a Dios, para que la Buena Nueva de Cristo crucificado y resucitado sea proclamada en su plenitud, belleza y libertad, dando fruto para el bien de la Iglesia católica y de toda la sociedad china”.
(GV) (Agencia Fides 24/5/2023)


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