EUROPA/RUMANIA - El Beato Martín Benedict, “auténtico sacerdote y auténtico médico”

sábado, 20 mayo 2023 beatificación   persecuciones  

Roma (Agencia Fides) – “Auténtico sacerdote y auténtico médico”. Así ha querido subrayar Su Eminencia el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, la misión salvífica del Venerable Martín Benedict, en una conferencia celebrada el 16 de mayo en Roma, en la Curia General de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, organizada por la Embajada de Rumanía ante la Santa Sede y la Soberana Orden Militar de Malta.
El Beato Martín Benedicto (1931-1986), habiendo manifestado desde muy joven la vocación de ingresar en la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, tuvo que esperar hasta 1976 para hacer la profesión temporal y luego la profesión solemne en 1979, debido a las persecuciones del régimen comunista, que ya en 1949 había promulgado una legislación que ponía bajo estricto control las actividades de la Iglesia católica. Mientras tanto, Martin Benedict se dedicó al cuidado de los enfermos, primero en el hospital de Raducaneni y luego en el de Onesti. Se licenció como médico en 1957 en Iasi. Ejercía su vocación de médico y religioso cuidando no sólo del cuerpo, sino también del espíritu y del alma de las personas que se le encomendaban, exhortándolas a la conversión y a la oración. Todo ello sin ser descubierto por la temida policía secreta del régimen, la Securitate, que le vigilaba desde 1954, como relata en su informe la doctora Germina Nagâț, miembro del Consejo Nacional para el Estudio de los Archivos de la Securitate de Bucarest (CNSAS). El 14 de septiembre de 1980, Martin Benedict fue ordenado sacerdote por el obispo greco-católico Alexandru Todea en Slanic Moldavia. Sin embargo, con la peregrinación a Roma para la beatificación del hermano capuchino rumano Jeremías de Valaquia, el 30 de octubre de 1983, fue reconocido como sacerdote por la Securitate, que lo consideró un "espía del Vaticano" y comenzó a perseguirlo con detenciones, interrogatorios, intentos de envenenamiento y atropellos. Paradójicamente, es precisamente de los expedientes de sus perseguidores de donde emerge la santidad de la vida del Beato Martín, a pesar de la ceguera ideológica de sus autores, ya que siguió sirviendo al pueblo que le había sido confiado no obstante la persecución, que terminó con su muerte el 12 de julio de 1986.
El 17 de diciembre de 2022 el Papa Francisco lo proclamó Beato con la siguiente motivación: “Sacerdote profeso de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales; vivió con heroísmo su doble vocación de médico y sacerdote-religioso en un contexto de clandestinidad. A pesar de su mala salud, supo ejercer la profesión médica con generosidad. Estaba desprendido de las cosas del mundo, buscando constantemente la voluntad de Dios”.
(L.M.) (Agencia Fides 20/5/2023)


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