AMÉRICA/COLOMBIA - Educar a los jóvenes para la paz, un signo de esperanza en medio del conflicto colombiano

martes, 16 mayo 2023

Bogotá (Agencia Fides) - La educación es fundamental para evitar que niños y adolescentes repliquen la violencia que azota la región. Así lo ha afirmado Juan Casas, director del Jesuit Refugee Service Colombia (JRS). La organización católica internacional sigue de cerca la situación alarmante de los niños y jóvenes en las zonas fronterizas entre Colombia, Ecuador y Venezuela, zonas que no cuentan con infraestructuras ni servicios adecuados y sufren el conflicto persistente en Colombia que afecta especialmente a niños y jóvenes.
“La presencia del Ejército atemoriza a la población civil porque los momentos de enfrentamiento entre guerrilleros y militares generan violencia y éstos, a su vez, provocan el desplazamiento”, continúa Casas tras su reciente visita a la Serranía de San Lucas, una zona muy inaccesible donde el conflicto armado es una amenaza constante. “Los niños juegan a ser soldados o guerrilleros. Con un palo de escoba simulan tener un fusil en las manos. O se encapuchan con un jersey. Reproducen lo que ven. Pero, por desgracia, esos juegos pueden convertirse en realidad”.
Para el JRS, es urgente construir espacios de convivencia pacífica. Desde hace años, la organización trabaja con profesores y familias implicados en la educación de niños y jóvenes en situación de riesgo. “La escuela, con sus instalaciones, la cancha de fútbol y baloncesto, se convierte en un espacio de protección y así trabajamos con la población civil para garantizar un espacio seguro que no se puede tocar”, explica Casas, que añade cómo los guerrilleros han respetado ese espacio y “allí dentro nunca ha pasado nada”.
La pobreza del país, y especialmente de estas regiones más inaccesibles, dificulta a veces los procesos de intervención. Pero, para Casas, es fundamental trabajar allí “para decirle al mundo que hay esperanza en estos rincones de Colombia en medio de la desesperanza y el conflicto”.
El JRS Colombia inició sus actividades en el país en 1994 como respuesta a la crisis humanitaria provocada por la intensificación de las acciones armadas en todo el país. Éstas trajeron consigo numerosos desplazamientos forzosos, que siguen produciéndose hoy en día con la misma intensidad.
(AP) (Agencia Fides 16/5/2023)


Compartir: