ÁFRICA/NÍGER - Los niños de la calle, víctimas inocentes en los países más pobres. "Se refugian en rincones remotos tratando de hacerse invisibles"

sábado, 4 marzo 2023

RC

Niamey (Agencia Fides) - «A mi regreso de Dosso, tuve que tratar un asunto muy delicado: uno de los chicos que había vivido con nosotros durante siete años, y que ahora, junto con su mujer, ha montado un taller de sastrería, se ha encontrado de repente enfrentado a su madre y a un tío que reivindicaban, respectivamente, su legítima autoridad familiar. El tío en cuestión le había abandonado para irse a Costa de Marfil y su madre para ejercer la prostitución». Así comienza la historia de Gilles, que hace 15 años creó el "Foyer totonn Gilles", la Casa del Tío Gilles, en Niamey, donde acoge a una veintena de niños de la calle junto con sus familias (véase Agencia Fides 22/2/2022).
Gilles ha viajado a la misión de Dosso para encontrarse con el padre Rafael Casamayor, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas, que años atrás le había ayudado a salir de una situación precaria.
"Gilles ha venido a pasar unos días con nosotros en Dosso porque un matrimonio de nuestra comunidad cristiana tiene previsto acoger a algunos niños de la calle - explica el padre Rafael a la Agencia Fides-. Le he invitado porque nadie mejor que él podía aconsejarles en un proyecto en el que lleva implicado 20 años. Hemos pasado unos días inolvidables en los que, además de hablarnos del trabajo que está haciendo con estos niños en la ciudad, nos ha contado su experiencia como niño de la calle en Maradi y Niamey".
Retomando el relato, Gilles habla de Mohamed, el niño que antes de conocerlo era musulmán y ahora es católico. «Mohamed buscó durante años a sus padres, o a alguien de su familia, en vano. Con nosotros, en Niamey, con el tiempo aprendió el oficio de sastre y se casó con una mujer cristiana. Hace poco su madre y su tío volvieron a aparecer para reclamar la autoridad familiar. Al regresad de Dosso, me llamó la policía porque el tío de Mohamed había contratado a una banda de criminales para matar a la madre del muchacho. Afortunadamente, la mujer sólo resultó herida de gravedad y en el hospital ha podido denunciar los hechos». Hay muchos episodios similares, de contextos de violencia y amenazas a niños que viven solos en las calles de Niamey: «Por la misma época - escribe Gilles - conocí a Ismael, otro niño de la calle, que huía de los malos tratos de su madrastra y volvía a casa de vez en cuando en busca de comida. Ismael acabó en el hospital, junto con otro niño de la calle que había compartido con él un plato que su madrastra le había preparado para envenenarlo. Se tardó dos semanas en averiguar lo que había ocurrido realmente hasta que la policía detuvo finalmente a la madrastra que, hace unos días, fue condenada a 12 años de prisión por doble intento de asesinato. Ismael irá a vivir a casa de su tío, en Agadez, donde podrá aprender un oficio» concluye Gilles.
El padre Rafael, con el "testimonio de Gilles", ha querido llevar esperanza a su comunidad de Dosso. "Hemos aprendido mucho de sus historias y espero que un día no muy lejano podamos poner en marcha un proyecto similar en Dosso, porque hay muchos niños corriendo por nuestra ciudad pidiendo limosna y refugiándose en rincones apartados tratando de hacerse invisibles soñando despiertos", señala el misionero.
(AP) (Agencia Fides 4/3/2023)


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