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Dosso (Agencia Fides) - "Quisiera hablarles de nuestras comunidades cristianas de base que funcionan, al parecer, con normalidad en todas las misiones de la diócesis excepto en Dosso", escribe el padre Rafael Casamayor desde Níger. "Salimos el año pasado con un gran compromiso y determinación. Cada quince días, un grupo de cristianos de un pueblo se reúne en casa de uno de ellos para rezar, leer el Evangelio y simplemente comentarlo, intercambiar ideas, experiencias, hablar de la vida cristiana, apoyarse mutuamente dentro de una sociedad musulmana que, en general, no pone fácil expresarse" (véase Agencia Fides 7/1/2022).
"No es un camino fácil, ya que todos tenemos puntos de vista muy diferentes", añade el sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas, "pero poco a poco estamos consiguiendo 'romper el hielo'. La gente parece feliz de poder intercambiar opiniones, compartir y estar en compañía de los demás".
La diócesis de Niamey ha creado "comunidades cristianas de base" (CCB) como método e instrumento de evangelización y organización de la vida parroquial. "En Dosso hay cinco y corresponden a otros tantos sectores de la ciudad. La diócesis lleva unos años haciéndolo. También se hizo un intento en Dosso, pero parece que no dio el resultado deseado, ahora lo estamos intentando de nuevo", dice el padre Casamayor.
"Este método y organización de la vida cristiana nos llega de América Latina y ha tenido eco en varios países africanos con notable suceso. Tuve la oportunidad de utilizarlo cuando estaba de misión en Banikani (Benín), de ponerlo en marcha en Gaya y ahora en Dosso".
"Nuestra comunidad cristiana es bastante heterogénea, la mayoría son inmigrantes de distintas etnias procedentes de Benín, Togo o Burkina, y aunque muchos de ellos ya han nacido aquí, mantienen sus lazos y sus mentes arraigadas a sus orígenes”. “En Níger -explica el misionero-, la mayoría de los trabajadores, cerrajeros, albañiles, carpinteros, mecánicos, son de Benin y viven de sacrificios inimaginables. El resto es secundario para ellos. Sin embargo, insistiendo, animando de mil maneras y utilizando la paciencia y el humor siempre que es posible, parece que se van 'adaptando', haciendo la señal de la cruz... El otro día hablábamos del Evangelio del domingo anterior, de las bienaventuranzas: «Bienaventurados los pobres... los que lloran... los que tienen hambre y sed de justicia» ... e inmediatamente se detuvieron en los perseguidos. ‘Padre – me dijo Abele, un buen cerrajero que preside la comunidad - nos persiguen porque somos cristianos, porque no rezamos, no ayunamos, porque somos paganos. Lo dicen porque les molesta que no seamos musulmanes e intentan convertirnos a toda costa ofreciéndonos trabajo, negocios, prometiéndonos oro y cualquier otra cosa que se les ocurra’. 'Cierto', añade otro, 'pero no todos, hay quienes nos estiman, quienes comprenden nuestra forma de vivir la fe, y algunos incluso se califican de hipócritas'”.
No es fácil ser cristiano en Níger, especialmente tras la creciente influencia de los movimientos yihadistas o la quema de iglesias en enero de 2015. Por ello dice el misionero, “consideramos muy positivo el desarrollo de comunidades cristianas de base en las que los cristianos encuentran apoyo, solidaridad, ánimo e incluso alegría cuando se reúnen con sus familias, familias diferentes, y comparten su fe."
(RC/AP) (14/2/2023 Agencia Fides)
