Argel – “Para nuestra Iglesia del Norte de África, la próxima canonización de Charles de Foucauld es una ocasión para alegrarse y profundizar en su conocimiento”. Así escriben los miembros de la Conferencia Episcopal de la Región Norte de África (CERNA), reunidos en Argel del 12 al 15 de febrero con motivo de su Asamblea Anual. En el mensaje final del encuentro, los obispos católicos participantes en la Asamblea también sugieren algunas de las “intuiciones” del monje en camino de la canonización (será proclamado santo en Roma el próximo 15 de mayo) que merecen ser seguidas y profundizadas en el contexto particular de los países del Norte de África. Indicando en particular “la emulación mutua en la fe en contacto con otros creyentes, el interés por la cultura del otro, el deseo de fraternidad universal”.
El viernes 11 de febrero, todos los miembros del CERNA que se habían desplazado a la capital argelina para participar en la Asamblea Anual participaron también en la ceremonia de investidura del nuevo arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco (véase Fides 12/2/2022). Al día siguiente, los obispos presentes en la Asamblea (faltaban los miembros de Libia y El Aaiún, que se unieron a los trabajos por videoconferencia) subieron al Monasterio de Tibhirine, hogar de los siete monjes trapenses secuestrados y asesinados en 1996, posteriormente proclamados beatos el 8 de diciembre de 2018 junto a otros 12 mártires católicos asesinados en Argelia entre 1994 y 1996. “En ese lugar de oración, de entrega y de recuerdo”, reza el comunicado final de la Asamblea, “confiamos al Señor las alegrías, las tensiones y los sufrimientos cotidianos de nuestros pueblos y países. Pensamos en particular en Libia, donde la iglesia de Sebha fue destruida en la mañana del domingo 23 de febrero por milicianos, y donde Trípoli se encuentra de nuevo en una situación de alta tensión desde hace unos días. Pero pensamos en todas las dificultades causadas en un lugar por la guerra, en otro lugar por la situación política y económica, y en todas partes por la pandemia”. Precisamente por Covid-19, los obispos miembros del CERNA no se reunían en persona en un mismo lugar desde septiembre de 2019. “Durante este tiempo”, escriben en el comunicado final, haciendo balance de los difíciles años de la pandemia, “algunas de nuestras comunidades han sufrido muertes; todas han sufrido el aislamiento debido a las medidas de confinamiento (limitación de viajes, suspensión de muchas actividades, cierre de lugares de culto....). Pero este período difícil también ha sido una oportunidad para medir lo cerca que estamos unos de otros. (...). Muchos han captado esta fragilidad común y han dado muestras de resiliencia, resistiendo a la tentación de replegarse sobre sí mismos, tratando de ponerse al servicio de los más vulnerables, tomando iniciativas para rezar juntos, incluso a distancia”. A la luz de sus experiencias en este difícil momento, y también de las solicitaciones que ofrece la próxima canonización de Charles de Foucauld, los obispos de la CERNA han comenzado también a abordar las cuestiones y propuestas que puedan surgir en las fases diocesanas y regionales del proceso sinodal iniciado con vistas al Sínodo sobre la Sinodalidad, previsto para 2023.
En el transcurso de la Asamblea también se renovaron los cargos directivos del CERNA. Durante los próximos tres años, el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat (que sucede en la presidencia a Paul Desfarges, arzobispo emérito de Argel), presidirá este organismo eclesial, mientras que Nicolas Lhernould, obispo de Constantina, actuará como vicepresidente. Monseñor George Bugeja, Vicario Apostólico de Trípoli, será miembro de la oficina ejecutiva, mientras que Ilario Antoniazzi, Arzobispo de Túnez, será miembro suplente.
(GV) (Agencia Fides 17/2/2022).