ÁFRICA/MALI - “La hermana Cecilia está viva, pero necesita cuidados. Hay que hacer todo lo posible para liberarla”: la ex rehén francesa que pasó su cautiverio con ella

jueves, 15 octubre 2020 secuestros   misioneros  

Bamako (Agencia Fides) - La hermana Gloria Cecilia Narváez, la misionera colombiana secuestrada en Malí el 7 de febrero de 2017, está viva, pero necesita atención médica, según lo revelado por Sophie Petronin, la rehén francesa liberada junto con otros rehenes occidentales, incluido el p. Pierluigi Maccalli, el 8 de octubre.
La señora Petronin, que acaba de regresar a Francia, ha lanzado un llamamiento al presidente francés, Emmanuel Macron, para que intervenga para facilitar la liberación de la hermana Cecilia. “Su espíritu está cediendo – ha dicho al presidente Macron -, tenemos que hacer todo lo posible para sacarla de allí”.
La ex rehén francesa también ha dicho que pasó la mayor parte de su cautiverio con la religiosa colombiana. Las dos mujeres estuvieron juntas todo el tiempo hasta el 5 de octubre, cuando Petronin fue transferida para su posterior liberación el día 8.
La trabajadora humanitaria francesa explica que junto con la hermana Gloria Cecilia pasaron por unos 30 campamentos diferentes y compartieron todo, mantas, comida, agua. Petronin asegura que nunca se ha ejercido sobre ellas ningún tipo de violencia, salvo una vez, cuando Gloria Cecilia Narváez se perdió en un paseo y luego estuvo atada durante tres días.
Su Eminencia el Cardenal Jean Zerbo, Arzobispo de Bamako, ha pedido la liberación de todos los rehenes que aún se encuentran en manos de los grupos yihadistas: “Cada vez que rezamos, le pedimos al Señor la liberación de la Hermana Gloria y todos los demás rehenes. Esta es una gran humillación para Mali. Vinieron a hacer el bien y fueron secuestrados por bandidos, como si fueran esclavos. Es algo muy triste para nuestro país”.
La hermana Gloria Cecilia Narváez, de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue secuestrada en Karangasso, en el sur de Malí, el 7 de febrero de 2017 por yihadistas vinculados a Al Qaida en el Sahel (véase Fides 8/2/2017).
Mientras tanto, la violencia va en aumento. 25 personas, incluidos 13 soldados, han muerto en varios ataques en el centro de Malí. El episodio más grave se remonta al 6 de octubre, cuando un grupo yihadista atacó una base del ejército en Sokoura cerca de la frontera con Burkina Faso y tendió una emboscada a las tropas enviadas como refuerzos.
(L.M.) (Agencia Fides 15/10/2020)


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