ASIA/TIERRA SANTA - Los obispos del Holy Land Coordination: seguimos poniéndonos al muro en el Valle de Cremisan

viernes, 16 enero 2015

Beit Jala (Agencia Fides) – Los dos compromisos concretos que han asumido los 16 obispos que han realizado la visita a Palestina e Israel organizada por la Holy Land Coordination (HLC), organismo que agrupa a los obispos y los representantes de las Conferencias Episcopales de Europa y América del Norte son: la confirmación de su oposición a la construcción del muro en el Valle de Cremisan, y la realización de nuevas iniciativas para contrarrestar la “ampliación del asentamiento ilegal surgido en Hebrón con el apoyo del gobierno de Israel.
En el comunicado de prensa publicado el 15 de enero al final de su visita, los obispos hacen referencias directa a los dos casos controvertidos, y se detienen en particular, sobre la situación de emergencia humanitaria que se registra en la Franja de Gaza. “En los próximos meses - dice el comunicado enviado a la Agencia Fides - seguiremos oponiéndonos al proyecto de construcción del muro en el Valle Cremisan. Porque significaría la pérdida de las tierras y el sustento de muchas familias cristianas”. Los Obispos también han asumido el compromiso de “contrarrestar la expansión del programa de asentamiento, ilegal según el derecho internacional, del que hemos sido testigos en Hebrón”, subrayando que “su impacto en la libertad de circulación de los palestinos y la confiscación de la tierra es simplemente injusto”. Una gran sección del documento final se centra en las condiciones de vida que se registran en la Franja de Gaza, todavía marcada por las consecuencias devastadoras de la operación militar “protección de las fronteras”. Decenas de miles de familias en Gaza - comunican los Obispos del HLC - “no tienen una vivienda adecuada. En este período de frío glacial, al menos, dos niños han muerto ya de hipotermia. El bloque continuo impide la reconstrucción y contribuye drásticamente a la desesperación que termina socavando la esperanza de los israelíes por la seguridad. Pero también crea intolerables niveles de desempleo y empuja la gente común a la pobreza extrema”.
A pesar de la devastación y los temores de una nueva guerra, la pequeña comunidad cristiana es descrita como una realidad capaz de abrigar la esperanza incluso en tal condición marcada por el dolor y la pobreza: “Hemos visto familias - escriben los Obispos del HLC - rehacer su vida con determinación. Una pequeña comunidad cristiana con una fe tremenda. Admiramos la tenacidad de muchos voluntarios. Hemos visitado la escuela Sagrada Familia, donde musulmanes y cristianos trabajan y juegan juntos en armonía”. (GV) (Agencia Fides 16/1/2015).


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