N'djamena (Agencia Fides) – Alrededor de 40.900 niños y otros miles de jóvenes desplazados por causa de la violencia en la República Centroafricana (RCA) están detenidos en los campamentos de tránsito en el sur de Chad, sin poder asistir a la escuela, con pocas o nulas oportunidades de formación y de trabajo, abandonados sin esperanzas de futuro. Vagan por los campos sin hacer nada. Algunos maestros voluntarios y bien dispuestos han improvisado escuelas, como la del campo de Doyaba donde 3.200 niños se han registrado para las clases de primaria y pre-escolar. Con respecto a los estudiantes de secundaria no hay ninguna iniciativa por ahora. Algunos de los 4.000 niños desplazados han sido colocados en las escuelas que ya existían, pero todavía ninguno de ellos está recibiendo instrucción.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, entre 2013 y 2014, aproximadamente 97 mil refugiados y repatriados han dejado Centro-áfrica para buscar refugio en Chad. La situación en los distintos campos es realmente desesperada. Muchos niños y adolescentes del campo de Doyaba han dicho que habían sido testigos de atrocidades terribles como ver a familiares quemados vivos, decapitados y desmembrados. En Doyaba 17.100 personas, en su mayoría jóvenes, están en busca de algo que hacer. Los maestros tratan de ayudar a los niños con el poco material educativo distribuido por el Ministerio de Educación del Chad, así como cuadernos, esteras y pizarras entregadas por UNICEF, que actualmente se dedica a la construcción de 12 aulas temporales en Doyaba y otras 24 en Danamadja, para poder dar cabida a la población del vecino campo de Goré. La mayoría de los estudiantes, sin embargo, se desvanece al mediodía en busca de alimento. Los niños de Siddho, alrededor de 10 mil, no tienen ningún tipo de educación. Se está programando un nuevo campo cerca de Maro, a 80 km de Sarh, donde se podrán construir escuelas primarias. (AP) (26/5/2014 Agencia Fides)