ASIA/COREA DEL NORTE - Los campos de concentración se expanden y abarcan a los pueblos de alrededor

jueves, 7 marzo 2013

Seúl (Agencia Fides) – Los famosos “campos de concentración” todavía existen en Corea del Norte, donde se encuentran detenidos más de 200 mil presos políticos y disidentes, por razones de conciencia y también de religión, se están expandiendo llegando a abarcar los pueblos de alrededor: esto es lo que denuncia Amnesty International, después de analizar nuevas imágenes satelitales. En un comunicado enviado a la Agencia Fides, Amnesty reitera su llamamiento a las Naciones Unidas a “establecer una comisión independiente de investigación sobre graves, sistemáticas y difusas violaciones de los derechos humanos, incluidos crímenes contra la humanidad, que se están produciendo en el país”.
En los últimos meses, la ONG había recibido un informe sobre la posible construcción de un nuevo “kwanliso” (campo de concentración político), al lado del campo n. 14 de Kaechon, en la provincia Pyongan Sur. Por eso Amnesty ha pedido a la empresa “DigitalGlobe” que proporcionase imágenes de satélite. El análisis de imágenes revela que, desde 2006 a febrero de 2013, Corea del Norte ha construido 20 km de perímetro alrededor del valle de Ch'oma-bong (70 km al nordeste de la capital, Pyongyang) y de sus habitantes, con nuevos puntos de acceso controlados con torres de vigilancia. Los analistas también han destacado la construcción de nuevos edificios que podrían ser dormitorios para los trabajadores, posiblemente relacionados con la expansión de la minería en la región.
De esta manera el gobierno “refuerza los controles sobre el movimiento de la población (más de 100 mil personas) que vive cerca del campo n. 14, anulando, de hecho, la distinción entre los detenidos de la prisión y los habitantes del valle”, señala el comunicado de prensa. Amnesty International está “preocupada por las condiciones de vida de la población que vive dentro del nuevo perímetro y por las intenciones futuras del gobierno de Corea del Norte”.
Se estima que más de 200 mil personas, incluidos niños, están detenidos en los campos de prisioneros políticos y otros centros de detención de Corea del Norte, sometidos a violaciones de derechos humanos, tales como la obligación de realizar un trabajo pesado, la negación de los alimentos como una forma de castigo, la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Muchos de los detenidos no han cometido ningún delito, y su única “culpa” es estar vinculados a personas consideradas desleales al régimen, por lo que se ven sometidos a una especie de “castigo colectivo”. (PA) (Agencia Fides 7/3/2013)


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