ASIA/JORDANIA - El director de Cáritas: rebelión en el campo de Zaatari, devastado por la tormenta; para escapar los refugiados deciden regresar a Siria

miércoles, 9 enero 2013

Amman (Agencia Fides) – Las tormentas de nieve, viento y lluvia helada que han azotado el Reino Hachemita han tenido efectos devastadores en el campo de refugiados de Zaatari, en el desierto jordano, donde viven hacinados en una situación cada vez más intolerable 50 mil refugiados que huyeron de la guerra civil en Siria. “Las tormentas - señala a la Agencia Fides Wael Suleiman, director de Caritas Jordania - han destruido al menos 500 tiendas de campaña en el campamento. En medio del desierto, los refugiados viven en un estado insostenible, en el que es fácil volverse loco. Todavía no tenemos informes de que se hayan producido muertes, pero sin duda muchos se sienten mal y necesitan ser atendidos. Algunos han tomado el camino de regreso a Siria. Prefieren los riesgos de un país devastado por la guerra que la perspectiva de ver morir a sus hijos en el infierno del campamento de refugiados”.
Después de tres días de lluvia y nieve, el fango ha arrastrado las tiendas en las que vivían los refugiados, incluidos niños y mujeres embarazadas. En la tarde del martes 8 de enero, por la exasperación, algunos refugiados atacaron con piedras y palos al personal de la ONU y de las organizaciones locales que participan en el gestión del campo. “La situación es explosiva. Desde hace tiempo venimos diciendo que el campo de Zaatari debe cerrarse. Pero la apertura de una nueva estructura en la zona de Zarqa, que parece inminente, se va posponiendo de una fecha a otra”, explica a Fides Suleiman.
Cáritas, que no está involucrada en la gestión directa del campo de Zaatari, ante la dramática situación climática ha distribuido en los últimos días, mantas, estufas y comida caliente a 30 mil familias desplazadas. Pero los esfuerzos de ayuda puestos en marcha en Jordania son insuficientes ante la situación de emergencia humanitaria que se agrava de día en día.
“Si hablamos con los del gobierno - explica el director de Cáritas a Fides - nos dicen que el problema de los refugiados no es su responsabilidad directa. Si nos dirigimos a los funcionarios de la ONU dicen que los recursos son limitados y no puede hacer nada mejor que esto. Mientras tanto, las cosas empeoran, y amenaza con destruirse todo”. “Los sirios expatriados en Jordania son más de 280 mil. Y la cronicidad del conflicto deja entrever una nueva afluencia de refugiados en los primeros meses del 2013 que acaba de empezar”. (GV) (Agencia Fides 9/1/2013)


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