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Praga (Agencia Fides) – Al regresar a su patria después del Consistorio durante el cual recibió la berreta cardenalicia, el 25 de febrero, el Arzobispo de Praga, Cardenal Dominik Duka, OP, presidió una misa solemne en la Catedral de Praga, dedicada a San Vito, San Wenceslao y San Adalberto, que ofreció por la Iglesia en su país, en el mundo y por el Papa Benedicto XVI. Junto con el nuevo Cardenal concelebraron el Nuncio Apostólico en la República Checa, el Arzobispo Giuseppe Leanza, algunos Obispos checos y moravos y muchos sacerdotes provenientes de otros países. También estuvieron presentes miembros del gobierno.
Según la información recibida por la Agencia Fides, los representantes de las Obras Misionarias Pontificias (OMP) en la República Checa recibieron el encargo de preparar la procesión de las ofrendas. Además del pan, el vino y el agua para el sacrificio Eucarístico, la procesión de las ofrendas llevó al altar un corazón de pan de jengibre, con la cita del Papa Benedicto XVI: “La misión es una cuestión de amor”. En el interior del ‘corazón’ se introdujo un rosario como símbolo de la oración de los fieles por el Cardenal Duka.
Los niños que acompañaban a la procesión del ofertorio vestían trajes de los distintos continentes, llevando velas y otros símbolos misioneros dependiendo de los lugares que representaban. Estos dones expresaban la respuesta de muchos niños y adultos al apelo del Papa para las misiones: ellos tienen en su corazón un gran deseo de ayudar a los necesitados de todo el mundo. En la procesión de las ofrendas también participaron algunas religiosas franciscanas y otros miembros de la Dirección Nacional de las OMP. El Cardenal Duka definió la participación de las OMP en su primera misa solemne después de su nombramiento a Cardenal, como “una esperanza visible de la Iglesia”. (SL) (Agencia Fides 29/02/2012)
