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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La oposición directa de nuevas y poderosas corrientes culturales "a varias enseñanzas morales centrales de la tradición judeo-cristiana", y su creciente hostilidad al cristianismo como tal ", junto con el intento de limitar la proclamación de la verdad del Evangelio "envolviéndolo dentro de los límites de una racionalidad puramente científica, o suprimir la en el nombre del poder político y el gobierno de la mayoría", "representan una amenaza no sólo hacia la fe cristiana, sino también para la humanidad." Es el pensamiento que el Santo Padre Benedicto XVI ha expresado en su discurso ante un grupo de obispos de los Estados Unidos de América (regiones IV-VI), recibidos en la audiencia del 19 de enero, durante la visita ad limina Apostolorum. "Cuando una cultura trata de suprimir el tamaño del misterio último y de cerrar las puertas a la verdad trascendente - dijo el Papa -, inevitablemente se empobrece y se convierte en una presa a la lectura totalitaria y reduccionista de la persona humana y de la naturaleza de la sociedad".
En su discurso, el Papa destacó que "la Iglesia tiene un papel crucial que desempeñar en la lucha contra las corrientes culturales que, basadas en el individualismo extremo, buscan promover los conceptos de libertad separados de la verdad moral", también "la separación legítima de la iglesia y Estado no puede ser interpretado como si la Iglesia se mantuviera en silencio sobre ciertos temas, o "como si el Estado pudiera optar por no participar o no estar involucrado, por la voz de los creyentes comprometidos en la determinación de los valores que darán forma al futuro de la nación. De esta forma Benedicto XVI reiteró la importancia de que "toda la comunidad católica en los Estados Unidos será capaz de entender las graves amenazas ante los testimonios de la moral pública de la Iglesia, que tiene un laicismo radical, que encuentra cada vez más expresiones de las esferas política y cultural." En este sentido, el Papa mencionó "algunos intentos de limitar la libertad más apreciada en los Estados Unidos, la libertad de religión, el" esfuerzo "para negar el derecho de objeción de conciencia de los individuos e instituciones católicas con respecto a la cooperación de prácticas intrínsecamente malas ", al final "una preocupante tendencia a restringir la libertad de religión a la simple libertad de culto, sin garantías para el respeto de la libertad de conciencia".
Frente a esta situación y a las dificultades encontradas por la Iglesia de hoy, Benedicto XVI ha llamado a "la necesidad de un laicado católico comprometido, coherente y bien preparado, con un fuerte sentido crítico ante la cultura dominante y el coraje para luchar contra el laicismo reductor que desvaloriza la participación de la Iglesia en el debate público sobre las cuestiones que determinarán el futuro de la sociedad estadounidense". (SL) (Agencia Fides 20/01/2012)
