EUROPA/ALEMANIA - La catolicidad de la iglesia: don y misión

miércoles, 12 octubre 2011

En colaboración con las misioneras seculares escalabrinianas, el Centro de Espiritualidad de Stocarda de los misioneros escalabrinianos propuso la dimensión de la catolicidad de la iglesia como tema para la Scalabrini-Fest de los Frutos de este año. El encuentro tuvo lugar en Stocarda del 7 al 9 de octubre, con la participación de cerca de 200 personas de 21 nacionalidades diferentes. Destacó la presencia animada de un buen grupo de inmigrantes y de refugiados originarios de diferentes países africanos (Eritrea, Togo, Camerun), que viven en Suiza y Alemania y que valoraron la oportunidad de intercambiar y profundizar en la fe con católicos de otras lenguas y culturas. De hecho entre los jóvenes, los adultos y los niños que participaron en la Fiesta, estaban representados todos los continentes y, a través de la oración, la celebración de la eucaristía, el dialálogo en grupos conformados según la edad, fue posible vivir una autentica experiencia de la universalidad de la iglesia católica.

La reflexión fue impulsada por el prof. padre Luigi Sabbarese, misionero escalabriniano docente en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. Su ponencia, con el título "La catolicidad de la iglesia en el mundo de hoy. ¿Qué misión para cada cristiano?", puso en evidencia la universalidad como aspecto fundamental que le pertenece a la iglesia de Cristo desde un principio y que define también la identidad y la misión de cada bautizado. El prof. Sabbarese aplicó este aspecto al contexto migratorio. El migrante se convierte para la iglesia y para cada cristiano en una “pro-vocación” positiva para hacer visible en lo local la dimensión católica de la fe cristiana, capaz no solamente de encarnarse en todas las culturas y las diferentes realidades humanas, sino también de crear comunión entre las diversidades que abraza.

Cada cristiano, inmigrado o autóctono, está por lo tanto enviado a vivir la misión de colaborar en la realización del proyecto de Dios: el nacimiento de una nueva humanidad siempre más unida en la valoración de las diversidades legitimas. Es de esta humanidad que la iglesia está llamada a ser una anticipación con su testimonio. A través de los varios momentos de la Scalabrini-Fest los participantes trataron hallar juntos los pasos nuevos para vivir la misión de la catolicidad en sus vidas diarias, con la confianza que la Eucaristía nos está transformando ya ahora en el cuerpo único de Cristo. (LD) (Agenzia Fides 12/10/2011)


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