AFRICA/UGANDA - A pesar de la fase de reconstrucción del país después de la guerra que ha existido desde hace décadas, falta cualquier tipo de asistencia para las víctimas que han sufrido violencia

sábado, 3 septiembre 2011

Lira (Agencia Fides) - Cinco años después de la guerra civil que asoló el país siguen siendo aun muchas las repercusiones físicas y psicológicas a las que muchas mujeres de Uganda aun tienen que enfrentarse. Torturadas, utilizadas, obligadas a unirse al ejército del grupo rebelde de Resistencia del Señor (LRA), son muchas las que no han podido conseguir la atención médica por la violencia sufrida. En Ogur, Lira, norte de Uganda, hay un campamento médico de emergencia administrado por la Isis-Women’s International Cross Cultural Exchange (Isis-WICCE), una organización de mujeres que se ocupa de los servicios para las mujeres que viven en zonas de guerra y post-conflicto. La ubicación es específica para las mujeres que han sufrido la violencia durante las casi dos décadas de guerra de información sobre complicaciones de salud reproductiva. Para la mayoría de ellas era la primera ocasión en la que son visitadas desde que la guerra terminó en 2006, y para otros es en realidad la primera vez que son asistidas por un médico. En el norte de Uganda, muchas mujeres se encuentran en necesidad urgente de un programa especial para darles cualquier tipo de cuidado de salud. Los rebeldes del LRA han estado luchando en el norte y noreste de Uganda durante 23 años. La guerra, que durante décadas se ha limitado casi 2 millones de personas en campos de refugiados, fue la más brutal desde la independencia de Gran Bretaña en 1962. Miles de personas han muerto en estos conflictos en los que miles de niños soldados participan y muchos civiles son obligados a unirse a los grupos rebeldes. Desde 2006, las personas empezaron a regresar a sus hogares, pero es totalmente necesaria la ayuda humanitaria. Un plan para la recuperación y el desarrollo fue promovido por el gobierno local en 2009, pero sin tener en cuenta las necesidades urgentes de la población. El dinero fue invertido en la reconstrucción de las nuevas esclusas para las unidades de salud y la reestructuración de las que fueron destruidas. De acuerdo con fuentes locales de Lira, las obras de reconstrucción en el sector de la salud se han centrado principalmente en la construcción de edificios, sin una acción inmediata en la comunidad médica de emergencia. La mayoría de los centros de salud del distrito no cuentan con personal médico en todo el distrito y sólo hay dos ginecólogos. Las fuerzas del LRA se vieron obligados a abandonar Uganda en 2006 y participan actualmente en la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y el sur oeste de Sudán. (AP) (Agencia Fides 3/09/2011)


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