AFRICA/COSTA DE MARFIL - Batalla decisiva en el centro de Abidján, pero en el puerto de la ciudad el párroco trabaja por la paz

martes, 5 abril 2011

Abidján (Agencia Fides) - “Se oye rugir la batalla en el centro de Abidján. Los cañonazos y tiroteos han continuado durante toda la noche y esta mañana aún se podían escuchar los disparos de armas pesadas" dicen a Fides fuentes de la Iglesia de Abidján, la capital económica de Costa de Marfil, donde las Fuerzas Republicanas, partidarias del presidente electo Alassane Ouattara, han pasado a la ofensiva para conquistar las posiciones clave del poder (el palacio y la residencia presidencial, la sede de la radio-televisión nacional) que todavía están en manos del presidente en salida Laurent Gbagbo.
Las Fuerzas Republicanas están respaldadas por los Cascos azules de la ONUCI (la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil) y por las tropas francesas de la Operación “Licorne", que de acuerdo a la Resolución 1975 del Consejo de Seguridad de la ONU están autorizadas a "neutralizar las armas pesadas utilizadas contra la población civil". Ouattara ha sido reconocido como presidente legítimo de la Costa de Marfil por la comunidad internacional. "Ayer, 4 de abril, vimos helicópteros de la ONUCI sobrevolando varias veces Abidján; hoy, de lo que podemos ver, no parece que hay vuelos, pero todavía se escuchan un gran número de explosiones y disparos", dicen las fuentes de Fides.
Mientras la guerra se recrudece en Abidján, el p. Celestine Ikomba, escalibriniano, párroco y capellán del puerto de Abidján, trabaja para reconciliar los ánimos y evitar que en medio de este caos que se ha creado, la situación pierda el control dando inicio a la espiral de violencias privadas y venganzas personales. "Nuestro mensaje es simple: tenemos que vivir juntos más allá de las diferencias políticas o de origen étnico o religioso. Es un mensaje que está cobrando fuerza entre los corazones de la gente, que se dan cuenta de que la violencia no conduce a nada”, dice a Fides el p. Celestine. "Organizamos reuniones entre los partidarios de los dos presidentes para tratar de reducir las tensiones y evitar malentendidos que puedan conducir a la violencia.
En nuestro barrio, en el puerto de Abidján, con nuestro trabajo sostenemos a los Obispos de Costa de Marfil que piden la paz", afirma el P. Ikomba. "En este momento aquí en el puerto no hay luchas, pero escuchamos disparos y explosiones de la batalla que se libra en otras partes de la ciudad. Por desgracia, es difícil ponerse en contacto con estas áreas porque las comunicaciones se han interrumpido. Pero sabemos que la situación es muy difícil", concluye el padre Ikomba. (L.M.) (Agencia Fides 5/4/2011)


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