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Man (Agencia Fides) - Las Fuerzas Republicanas, la nueva denominación de las Fuerzas Nuevas que apoyan al Presidente electo Alassane Ouattara, han pasado a la ofensiva en varias zonas de Costa de Marfil, en contra de las fuerzas de seguridad que se han mantenido leales al presidente en salida Laurent Gbagbo, que se niega a reconocer la victoria de Ouattara en la segunda vuelta de las elecciones de noviembre de 2010. Las fuerzas de Ouattara, quien es reconocido por la comunidad internacional como Presidente del país, han pasado a la ofensiva en Duékoué (oeste), Daloa (centro-oeste) y Bondoukou (este), en un intento de conquistar las fortalezas del régimen y, sobre todo para impedir la exportación de cacao, la principal riqueza del país, que aún está controlada por Gbagbo.
“La situación humanitaria es dramática porque la lucha se sucede desde hace tres días”, dice a Fides Su Exc. Mons. Gaspard Béby Gnéba, Obispo de Man, en el oeste del país. "Las condiciones de la población, que ya eran dramáticas, han empeorado. No tenemos información actualizada sobre las condiciones humanitarias, porque la situación es fluida, con los combates que siguen en curso". “Además de Duekoué la lucha ha visto involucradas varias ciudades y pueblos. Lo peor situación es la de Duekoué donde los combates se suceden desde hace tres días", dice Mons. Gnéba. "Muchos marfileños han huido a Liberia. Me ha puesto en contacto con el p. Joseph, un párroco de Liberia, que me ha dado alguna información sobre la situación de los refugiados de mi diócesis en Liberia”.
Fides ha contactado al p. Joseph que está en Zwedru (Grand Gedeh), Liberia, en la frontera con Costa de Marfil. "Estamos verificando el número de refugiados de la Costa de Marfil, que son numerosos", dice a Fides. “Los refugiados de Costa de Marfil están distribuidos en los diferentes pueblos de la zona. Estamos organizando programas de asistencia para ellos”.
“Necesitamos medicinas, alimentos y personal que hable francés. Yo lo hablo un poco porque durante la guerra civil de Liberia fuimos nosotros los desplazados en Costa de Marfil. Hemos vivido como refugiados durante cuatro años en ese país. Ahora es nuestro turno para acoger a nuestros hermanos y hermanas de Costa de Marfil. Pero necesitamos la ayuda de la Iglesia universal", concluye el p. Joseph. (L.M.) (Agencia Fides 29/3/2011)
