AFRICA/MALAWI - Prohibido la "protesta de las bicicletas"; "un evento que de todos modos agita las conciencias", dice un misionero monfortino

miércoles, 16 febrero 2011

Lilongwe (Agencia Fides) - “Es difícil que una manifestación, aunque sea pacífica, se pueda realizar en Malawi. Al menos por ahora solo queda el silencio. Una vez arrestados los organizadores de la marcha, las bicicletas regresan a las aldeas y las vuvuzela son silenciadas. La razón sigue siendo la misma de siempre: la falta de "procedimientos adecuados", el permiso para manifestarse que, reconocido por la administración de la ciudad no ha sido aprobado por la policía estatal, la misma a la que se ha dado la orden de disparar a matar" dice a la Agencia Fides el p. Piergiorgio Gamba, misionero monfortino, que desde hace décadas vive y trabaja en Malawi
El 14 de febrero, se había convocado en la capital, Lilongwe, la "Big Bicycle March On The Fuel Crisis" para protestar contra la escasez de combustible en el país. Los manifestantes tenían la intención de marchar en bicicleta hasta la sede del Parlamento y del gobierno con silbidos de las vuvuzela. La policía ha bloqueado la manifestación y ha detenido a varios de los organizadores de la protesta.
“Haber organizado una manifestación, aunque sin éxito, ya es un buen comienzo que ayudará a la toma de conciencia de la situación actual del país, que parece retroceder al tiempo de la administración política actual, con una sólida victoria en las elecciones que le dieron la mayoría absoluta en el parlamento. También se aprende así el valor del voto y la participación política, que sigue siendo la tarea primordial de todos los ciudadanos", dice el misionero.
“Si la invitación de los Obispos de Malawi a leer los signos de los tiempos sigue siendo válida, este podría ser el día que responde a una situación social y política que está en decadencia", dice el p Gamba. "No hay combustible en el país. El aumento de los precios han llevado el litro de gasolina a un euro con treinta, por lo que no se puede comprar. El comercio, el transporte e incluso los servicios de primera necesidad ya no están asegurados. La falta de divisas extranjeras que asegure las importaciones, un estribillo que ha conseguido que se cierren varias pequeñas industrias del país, está haciendo crecer exponencialmente, la falta crónica de trabajo. También existen leyes que restringen la libertad de información, otras que introducen de nuevo los tribunales locales, que evocan los horrores y asesinatos realizados durante los 30 años de dictadura". Todos estos son síntomas que preocupan y contribuyen a crear un ambiente jamás visto en los años de la democracia, que se reafirmo en Malawi en 1994, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 16/2/2011)


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