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Jos (Agencia Fides) - El 27 de enero se ha inaugurado un centro de formación abierto a jóvenes cristianos y musulmanes en Hai-Hong, Bokkos, a 70 Km. de Jos, capital del estado nigeriano de Plateau, donde en los últimos tiempos se suceden enfrentamientos entre las diferentes comunidades. En los últimos combates perdieron la vida quince personas. El centro ha sido fundado por la Arquidiócesis de Jos con el apoyo de Misereor, la organización humanitaria de la Conferencia Episcopal Alemana
“La ceremonia de apertura ha sido muy bien recibida y aplaudida por el numeroso público - comunica a la Agencia Fides Mons. Ignatius Ayau Kaigama, Arzobispo de Jos - cuya presencia es indicativa de la voluntad de muchos en el estado de Plateau de ayudar a los jóvenes a tomar el camino del desarrollo positivo en lugar de optar por la violencia para resolver los problemas sociales, económicos, políticos, étnicos y religiosos”.
“Se trata - continúa Mons. Kaigama – de un humilde esfuerzo por parte de la Iglesia Católica, que podría ser reproducido por los distritos, por los entes locales, por el Estado y por la Federación nacional. Indica claramente que se puede hacer mucho por los jóvenes si existe la voluntad política. En una representación teatral organizada por los alumnos del centro, musulmanes y cristianos, se muestra cómo los jóvenes son manipulados por los líderes políticos y religiosos egoístas, y cómo los jóvenes deben resistir a esta manipulación que ejercitan aquellos que les incitan a la violencia, dándoles pequeñas cantidades de dinero”.
El centro por ahora solo realiza un curso de formación para carpinteros al que asisten unos 35 muchachos. Posteriormente, el programa prevé cursos también para chicas. Además de la formación profesional, se ayuda a los estudiantes a profundizar en su fe y a seguir los caminos del diálogo. De hecho hay dos profesores de religión, uno para el Islam y otro para el cristianismo. El maestro de religión islámica enseña a los estudiantes musulmanes, mientras que el maestro de religión cristiana instruye a los estudiantes cristianos. Las clases están organizadas para que los estudiantes musulmanes reciban una educación básica sobre el cristianismo y viceversa, el profesor musulmán da algunas clases sobre el Islam a los estudiantes cristianos. Además, los estudiantes tienen lecciones comunes para aprender el arte del diálogo, de la reconciliación y la tolerancia, en lugar de recurrir a la violencia ante el menor desacuerdo.
“Ciertamente es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad - concluye Mons. Kaigama -. Por lo tanto se ha hablado mucho sobre la violencia juvenil como resultado de la pereza, de la mala educación o de la pobreza, pero que poce se ha hecho para remediar la situación. Esperamos que este pequeño esfuerzo abra los ojos del gobierno, de los entes no gubernamentales y de todas las personas de buena volunta ”. (L.M.) (Agencia Fides 31/1/2011)
