AFRICA/ZAMBIA - La distribución desigual de la riqueza nacional contribuye a provocar tensiones étnicas

jueves, 27 enero 2011

Lusaka (Agencia Fides) - El incremento del Producto Interno Bruto (PIB) no se traduce automáticamente en una mejora de las condiciones de vida de la población local, afirma una nota enviada a Fides por el Jesuit Centre for Theological Reflection de Lusaka, en Zambia. El PIB de Zambia ha crecido del 6% anual en los últimos años, y según las proyecciones, del 7% en 2010, mientras que las perspectivas para el 2011 son incluso mejores.
Los jesuitas, reconociendo estos avances macroeconómicos, recuerdan que "el crecimiento económico no se traduce automáticamente en desarrollo económico a través del efecto trickledown”, la teoría según la cual, la riqueza acumulada por unos pocos tendrán un impacto positivo también en los estratos sociales con menos posesiones aumentando el bienestar social de toda la comunidad.
“La teoría del trickledown que ha sido muy publicitada - continúa la declaración - es más una forma de retórica política que una realidad. Esta puede producir el crecimiento económico, pero no siempre garantiza el desarrollo económico. El pueblo de Zambia necesita ver cosas tangibles, tales como el acceso a los servicios sanitarios de calidad, al agua potable, a la vivienda y a un trabajo digno, necesita sentir el efecto del crecimiento y no sólo meras estadísticas económicas”.
“El crecimiento económico del cual estamos tan orgullosos, no debe hacernos perder de vista el objetivo de erradicar la pobreza y la desigualdad en Zambia", dicen los jesuitas. Los religiosos, critican de forma particular, el modo en que se redistribuye la riqueza producida: "una economía en crecimiento que destina sólo el 0,2% del presupuesto del 2011 a fondos sociales para las personas más vulnerables, que constituyen la mayoría de la población, y que permite sólo al 36% de la población vivir por encima de la línea de pobreza, no es un crecimiento del que estar orgullosos. Después de poner la economía en la senda del crecimiento, el gobierno se enfrenta a un desafío más grande: garantizar que el crecimiento económico sea equitativamente distribuido. El Índice de Desarrollo Humano de la Onu del 2010 ha demostrado claramente cómo las condiciones de vida se han deteriorado en Zambia, y cómo el país es uno de los tres países que están peor de lo que estaban en 1970”.
La distribución desigual de la riqueza también está generando tensiones separatistas en la provincia occidental. A principios de enero, en Mungu, la capital de la provincia, se han producido enfrentamientos, con muertos y heridos, entre la policía y los manifestantes, que exigían la retirada de las personas que no eran originarias del lugar. La provincia occidental es el hogar de los Lozi, uno de los 73 grupos étnicos de Zambia. En la época del Mandato Británico, la provincia era conocida como Barotseland, que significa "tierra de los Lozi”. (L.M.) (Agencia Fides 27/1/2011)


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