AMERICA/ESTADOS UNIDOS - Oraciones en Nueva York por las víctimas de la masacre del 31 de octubre en Bagdad

sábado, 13 noviembre 2010

Nueva York (Agencia Fides) - Embajadores y diplomáticos, junto con un gran número de amigos y feligreses, han asistido a la celebración en memoria de las víctimas del feroz ataque contra la Catedral siro-católica de Bagdad, en Irak, que tuvo lugar el domingo 31 de octubre y que causó más de cincuenta muertos, entre los cuales dos sacerdotes, y unos setenta heridos. Según la información recibida por la Agencia Fides, la liturgia vespertina, promovida por la Oficina del Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, junto con la Diócesis Siro-Católica de Nuestra Señora de la Liberación, y la Arquidiócesis de Nueva York, se ha llevado a cabo en la Iglesia de la Sagrada Familia en Nueva York, a una manzana de distancia de la sede de las Naciones Unidas, en la tarde del 12 de noviembre.
El Arzobispo Mons. Francis Chullikatt, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, que antes de ocupar este puesto en Nueva York fue nuncio apostólico en Irak y Jordania durante cuatro años, conocía muy bien a los sacerdotes que fueron asesinados, p . Thaer Abdal y p. Wassim Al-Qas Boutrus, así como a otras víctimas". Lo que ha sucedido el 31 de octubre es la peor pesadilla que pueda existir. Y la pesadilla no ha terminado", ha dicho en su discurso de bienvenida, lamentando que algunas de las familias que perdieron sus seres queridos ese día, inmediatamente después, fueron objeto de nuevos ataques en sus hogares, "la situación es intolerable" ha dijo.
Mons. Yousif Habash, el Obispo siro-católico de los Estados Unidos y Canadá, junto con muchos sacerdotes siro-católicos presentes, han cantado algunas oraciones en siríaco, como el "Prefacio de los Mártires". Durante la celebración, se ha rezado de una manera particular por la paz y la reconciliación. El Arzobispo Cullikatt, citando el Evangelio de San Mateo que dice: "Amad a vuestros enemigos. Orad por los que os persiguen", ha dicho que conoce bien el sufrimiento de los cristianos en el Oriente Medio y que no sólo los muertos y sus familias necesitan nuestras oraciones, “sino que también tenemos que rezar para que en nuestros corazones no crezca la amargura, y podamos ofrecer nuestra contribución a la construcción de un mundo que valora y promueve la reconciliación, la armonía, el amor y la paz entre los pueblos, naciones y religiones". (SL) (Agencia Fides 13/11/2010)


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