AFRICA/CONGO RD - "En canoa, motocicleta o a pie para encontrar a los fieles de la diócesis más grande de Congo", dice el Arzobispo de Kisangani.

sábado, 6 noviembre 2010

Kisangani (Agencia Fides) - "Es una gran alegría para nosotros, es una oportunidad para agradecer al Señor por lo que hace por su Iglesia, familia de Dios en la República Democrática del Congo. Damos las gracias al Santo Padre por el nombramiento de S.Exc. Mons. Laurent Monsegwo Pasinya, que es el tercer Cardenal en nuestro país. El evento se celebra con gran solemnidad y alegría en la República Democrática del Congo. La comunidad cristiana formada por los congoleños que viven en Roma se está preparando para dar una acogida digna del Cardenal electo", dice en un coloquio con la Agencia Fides Su Exc. Mons. Marcel Utempi Tapa, Arzobispo de Kisangani, en la República Democrática del Congo.

Excelencia, ¿cuáles son las dificultades encontradas en su trabajo pastoral?
La archidiócesis de Kisangani, con una superficie de 150mil km2 y una población de más de 2 millones de habitantes, es la diócesis más grande de las 47 del Congo.
De los dos millones de habitantes, el 50% son católicos. Hay 42 parroquias: muy pocas, dadas las dimensiones del territorio de la arquidiócesis. Se trata, obviamente, de parroquias con una gran superficie. Para hacer frente a esta situación, hemos decidido crear nuevas parroquias, tanto dentro de la ciudad de Kisangani como en el resto de la Arquidiócesis. Pero esto nos plantea un gran desafío: la escasez de sacerdotes. Su número es insuficiente todavía. En la actualidad tenemos, gracias a Dios, 50 sacerdotes diocesanos y una treintena de misioneros.
Nuestro país ha estado fuertemente marcado por la guerra que duró varios años. Varias infraestructuras han sido destruidas y la economía ha sido seriamente dañada. Por lo tanto nos resulta muy difícil pedir a los fieles que asuman la responsabilidad de las necesidades materiales de su Iglesia, según las directivas de la Santa Sede y la Conferencia Episcopal del Congo. Pero nuestra gente es muy generosa: pueden poner a disposición de la Iglesia todo lo que tienen y todos los alimentos que pueden producir. En términos de ofertas en especie recibimos donaciones muy generosas. A nivel de donaciones en dinero, todavía hay algunas dificultades porque la situación económica del país sigue siendo difícil. Pero confiamos en que un día los fieles podrán hacerse cargo de su Iiglesia.

¿Cuáles son las esperanzas que sostienen su misión?
Estamos llenos de esperanza, a pesar de las dificultades que encontramos en nuestro trabajo pastoral. Mi esperanza se basa en la animación vocacional, que está dando frutos. Tenemos 39 estudiantes en el seminario mayor que estudian filosofía y teología, 97 alumnos del seminario menor y 12 jóvenes en propedeutica. Esperemos tener el año que viene nuevos sacerdotes que nos permitan realizar el proyecto pastoral de crear nuevas parroquias. En cuanto a los laicos, cada año organizamos un curso de formación de 4-5 días para los agentes de pastoral de la arquidiócesis.

¿Excelencia, de que manera consigue encontrar a los fieles en una diócesis tan grande?

Tengo el profundo deseo de encontrarme con todos los fieles, por ello organizo durante el año visitas a las parroquias de la Arquidiócesis. Los fieles están muy contentos de reunirse con su Pastor. Para algunos es realmente una gran alegría poder encontrarme, porque es la primera vez en 19-20 años que tienen la oportunidad de conocer a su Arzobispo.
Estas visitas pastorales cuestan mucho esfuerzo y un gasto considerable, pero hacemos esta misión con alegría. Además la cruz es parte integral de la misión de la Iglesia. Cada vez que llego a una de estas comunidades lejanas del centro de la Arquidiócesis, en motocicleta, en canoa o a pie, me olvido de la fatiga gracias a la cálida bienvenida de los fieles locales. La alegría de saberse esperado y acogido es la primera recompensa, seguida por la alegría de sembrar la palabra de Dios, administrar los sacramentos y garantizar la formación de los fieles.

Con respecto al desarrollo humano, ¿cuál es su principal preocupación?


La enseñanza es algo que me preocupa mucho. Hemos invertido mucho en la educación de los jóvenes. Hay 250 escuelas primarias y secundarias, pero para una población de 2 millones de habitantes no son suficientes. Puedo hacer una comparación con mi experiencia previa en la diócesis de Mahagi-Nioka, donde he servido como Obispo durante siete años. La diócesis tiene una superficie de 21mil km2 y es 8 veces menor que la archidiócesis de Kisangani. Hace dos años la población era de 1 millón 700 mil habitantes, los católicos representaban el 60% de la población (alrededor de 900 mil almas). En la diócesis existen 500 escuelas primarias y 200 escuelas secundarias. Un mayor número mucho mayor que el de Kisangani, pero insuficiente para satisfacer las necesidades de todos. Tengo la intención de crear nuevas escuelas en Kisangani y por este motivo me he puesto en contacto con el Ministerio de educación que nos ha dado su apoyo. (L.M.) (Agencia Fides 6/11/2010)


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