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Santa Cruz (Agencia Fides) - En los últimos días en Bolivia se ha aprobado un proyecto de ley contra el racismo, que sin embargo, proclama la libertad de prensa y de expresión como un derecho fundamental de los bolivianos. De hecho, el artículo 16 establece: " los medios de aprobarán y publicarán ideas racistas y discriminatorias estarán sujetos a sanciones económicas y suspensión de la licencia." El artículo 23 establece además la prisión para los que utilizen palabras o expresiones de racismo, el concepto de racismo será definido por los organismos encargados.
La Conferencia Episcopal ha emitido un comunicado al respecto, que manifiestas los riesgos de un proyecto de ley de este tipo. El Obispo Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra, Mons. Braulio Sáez, subrayó que la Iglesia tiene el derecho de expresar su opinión sobre lo qué es la verdad y la libertad. Así, en la nota enviada a la Agencia Fides, se lee: "La Iglesia como institución y como parte de este pueblo tiene el derecho a expresar su opinión. Hace unos días le han dicho los Obispos de Bolivia, cuando han escrito: "la Iglesia, en línea de principio, rechaza todas las formas de discriminación y racismo, las conductas que atentan contra la libertad y la igualdad de las personas. Y mantiene su compromiso con la ley natural y universal, cuyos valores son propios de nuestra cultura, porque somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, y por lo tanto iguales en dignidad. El compromiso de una sociedad que va más allá de las formas de discriminación, no puede poner los intereses de algunos sobre los intereses de los demás, sino que debe tratar de construir una sociedad donde todos puedan ser uno en el respeto y la diversidad. Valientes palabras, palabras que nos ayudan a descubrir cuál es la misión de la Iglesia en la proclamación de la verdad".
También Mons. Cristóbal Bialasik, Obispo de Oruro, ha hablado en defensa de los derechos fundamentales, entre éstos de la libertad de expresión: "Si quitamos a la gente el derecho a la libertad de expresión, lo obligamos a vivir en la esclavitud. Si se quita la libertad de expresión, no hay democracia y vivimos en la esclavitud de la palabra, y esto es un asunto serio, porque ningún sistema puede privar de la libertad de expresión a todos”. (CE) (Agencia Fides 12/10/2010)
