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La Paz (Agencia Fides) – “La vida, don sagrado de Dios” es el título de la declaración que se ha leído durante una conferencia de prensa de Mons. Oscar Aparicio, Obispo auxiliar de La Paz y Secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), sobre el trágico fenómeno casos de linchamientos en diferentes puntos del país, los cuales ocurren con una frecuencia que preocupa a la Iglesia. El último episodio ocurrió hace una semana: tres hermanos han muerto después de ser enterrados vivos en una ladea cercana a la ciudad de Cochabamba, con la acusación de haber asesinado un vecino de casa.
“Desde hace tiempo se producen estos crímenes, sin embargo en estos últimos años han recrudecido en número y con características de una violencia brutal e inhumana, justificados con argumentaciones insostenibles” se lee en el texto, que continua: “Lo que causa aún más inquietud es el hecho que las autoridades responsables del orden y de la defensa de los derechos de los ciudadanos, no logran prevenir ni sancionar adecuadamente a los responsables de semejantes hechos”.
“Es importante advertir – continúan los Obispos -, que estos casos resultan también como consecuencia de una malentendida ‘justicia comunitaria’, agravada por las ambigüedades contenidas en la actual legislación, que no reglamenta sus alcances y responsabilidades, y en la que pretenden ampararse muchos de los responsables de estos crímenes”.
El texto reafirma la validez de los principios cristianos: “Una verdadera democracia no se edifica sobre la muerte, hay que tener la capacidad para encontrar alternativas de rehabilitación para las personas que cometen faltas graves, pero jamás eliminarlos, eso no es ético, ni humano, ni mucho menos cristiano”.
Al final del comunicado, lo Obispos lanzan un llamamiento a la comunidad cristiana y a las autoridades: “Como Iglesia Católica pedimos a todos los bolivianos que desterremos de una vez para siempre de nuestro país estas prácticas inhumanas, que redescubramos los auténticos valores humanos y cristianos que nacen de la fe en el Dios de la Vida y del Amor. A las instancias responsables civiles y policiales pedimos que extremen esfuerzos y tomen urgentemente todas las medidas necesarias para desterrar este grave flagelo”. El documento está firmado por la Secretaria general de la Conferencia Episcopal de Bolivia, con fecha del 22 de septiembre, en La Paz.
El pasado 15 de junio, Fides había informado de la denuncia de esta situación realizada por el Obispo de Oruro, y de la indiferencia de las autoridades. Mons. Bialasik había señalado que “no es posible que el gobierno y las instituciones de la sociedad puede aceptar estas acciones, se debe actuar urgentemente para prevenir este tipo de hechos, para evitar que puedan continuar a hacer llorar a las familias bolivianas”. (CE) (Agencia Fides, 23/09/2010)
