AMERICA/BRASIL - Los Capuchinos comprometidos desde hace más de 30 años en el cuidado pastoral a lo largo del río de la Amazonía

martes, 7 septiembre 2010

Manaus (Agencia Fides) - Más allá de la frontera entre Perú y Brasil, el río Amazonas toma el nombre de Río Solimões que va a converger en el Río Negro, cerca de Manaus. En las orillas del Solimões viven miles de personas, algunas en asentamientos permanentes, otros en pequeños grupos de chozas. Son pobres y viven generalmente de la pesca, son de diferente origen, indios nativos, descendientes de los trabajadores de las plantaciones, llegados a principios del siglo 20. El fraile capuchino Gino Alberati, trabaja con ellos desde hace más de 30 años y los conoce bien. “Hay 14 grupos étnicos diferentes que viven a lo largo del río”, ha declarado en una reciente reunión en la sede internacional de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). El sacerdote, de 69 años, actualmente asiste a 27 comunidades en el río, partiendo de su centro misionero en Santo Antônio do Içá, cubriendo cientos de kilómetros. Una ciudad de 35 mil almas situado en el punto donde el Río Içá se une con el Río Solimões. Desde el año 2004, Fray Alberati, tiene a su disposición una lancha a motor de 15 metros, llamada “Fraternidad itinerante”, con la que ha consiguió dar un gran impulso a la pastoral en las comunidades a lo largo del curso superior del Amazonas. El hermano a menudo pasa días enteros en el agua y, últimamente, para lograr llegar a los fieles durante la marea baja ha comprado una pequeña lancha de agua, el “Father Werenfried”, que lleva como barca de apoyo.
A través del apostolado a través del mar, Fray Gino puede visitar las comunidades, para administrar el bautismo a los niños y adultos, celebrar la misa, matrimonios, oír confesiones. Está también muy comprometido en el apostolado con los jóvenes y en los cursos matrimoniales. Por los catequistas que lo ayudan también da cursos de formación. Muchas de las actividades, incluida la misa, se celebran a bordo de la “Fraternidad itinerante”. El capuchino muchas veces está también ocupado transportando a aquellos que no pueden permitirse el pagar los servicios públicos, interviene en casos de emergencia ayudando a la gente a ser llevada al hospital. Entre los proyectos está el de una nueva barca que, con el apoyo de ACS, sería utilizada por los Capuchinos de Benjamín Constant, una ciudad en el Solimões, para su labor pastoral en esa zona, permitiéndoles llegar a las comunidades de Brasil y Perú, conforme a lo solicitado por el Obispo local. El barco, que debería estar listo en enero de 2011 permitiría a los frailes el poner en marcha su “Proyecto Javarí”, 40 días de misión que involucrará no sólo a los catequistas, sino también a médicos y dentistas en un programa de prevención contra la malaria. La iniciativa es apoyada por el Obispo de la Diócesis de Alto Solimões, Dom Alcimo Caldas Magalhães, también él capuchino. (PA) (Agencia Fides 7/9/2010)


Compartir: