AMÉRICA/MÉXICO- La masacre de 72 personas: son una nueva prueba del desorden social, la pérdida de los valores fundamentales y la falta de una política global de inmigración

viernes, 27 agosto 2010

Ciudad de México (Agencia Fides) – La arquidiócesis de México ha condenado la brutal masacre realizada cerca a San Fernando, en el estado de Tamaulipas, en la que fueron asesinadas 72 personas de diversos países, muy probablemente inmigrantes que buscaban llegar a los Estados Unidos. “Esto es una prueba más del desorden social y de la pérdida de valores que impera en algunas zonas del país, pero al mismo tiempo, de la carencia de una política migratoria integral mexicana que sea coherente con las necesidades que demanda la movilidad humana con respecto al trato humanitario a los indocumentados, tal como exige México a los Estados Unidos”.
En el documento, enviado a la Agencia Fides por la Arquidiócesis, se afirma que “esta vergonzosa tragedia no debe quedar impune, y nos debe mover a todos los pueblos de América a tomar acciones inmediatas para que actos tan deplorables no vuelvan a ocurrir. Las víctimas, también nos han dado, con el sacrificio de sus vidas, un verdadero mensaje de esperanza y de fe al haberse negado a colaborar con la delincuencia organizada y con el mal que ha arraigado su pecaminoso influjo entre narcotraficantes y bandoleros, quienes sin remedio van en camino a la perdición. El sacrificio de estos inocentes da un mensaje universal sobre la defensa de los valores y el amor a sus familias”.
En un segundo comunicado, la Arquidiócesis de México, guiada por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, recordó que hechos criminales contra los inmigrantes ya habían sido denunciados cuatro años atrás por la Pastoral Social de la Movilización en México. Esta vez se ha llegado a la “barbarie” y se exige a las autoridades locales, estatales y federales, actuar “con urgencia” para promover la solidaridad hacia todos aquellos que transitan por el país en búsqueda de una vida mejor. Crímenes violentos contra los inmigrantes ya se habían verificado antes de la tragedia de San Fernando, en Tamaulipas, y habían sido clasificadas por los organismos internacionales como una “tragedia humanitaria”; pero según la denuncia de la Pastoral con inmigrantes, las autoridades nunca tomaron cartas en el asunto. (CE) (Agencia Fides, 27/08/2010)


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