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Nairobi (Agencia Fides) – “Hemos cumplido nuestro rol de dirigir nuestro rebaño por el camino de la decisión más justa. No nos hemos sustraído de la responsabilidad de afirmar de manera inequívoca cuáles son los principios de nuestra fe en relación con algunos problemas presentes en nuestra nueva Constitución”, afirmó el 19 de agosto Su Eminencia el Card. John Njue, Arzobispo de Nairobi y Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenya, en una conferencia de prensa realizada en la Basílica de la Santa Familia en Nairobi.
La conferencia de prensa había sido convocada al término de una reunión de los Obispos keniatas que tenía por objeto dialogar sobre el desenvolvimiento del referéndum del 4 de agosto, el cual aprobó la nueva Constitución del país (ver Fides 6/8/2010). La Iglesia Católica, aún reconociendo algunos aspectos positivos del texto, se había opuesto a la nueva Constitución a causa del artículo 26, que en el punto 4 afirma: “El aborto no está permitido a menos que, según la opinión de un profesional sanitario especializado, haya necesidad de un tratamiento de emergencia, o la vida o la salud de la madre estén en peligro, o si lo permite alguna otra ley escrita”. Es sobre todo la última afirmación (“si lo permite alguna otra ley escrita”) que alarmó a los opositores al aborto, pues de facto abre el camino para su legalización.
Al término de la reunión, los Obispos decidieron aceptar el dictamen de los keniatas de aprobar la nueva Constitución, pero subrayaron que los errores contenidos en el nuevo documento constitucional deben ser afrontados y corregidos a la brevedad.
La Conferencia Episcopal, además, ha criticado los resultados de algunos sondeos, según los cuales los keniatas tendrían más confianza en los políticos que en la Iglesia.
El Cardenal Njue ha afirmado que si los keniatas han votado de manera compacta a favor de la nueva Constitución, ello no significa que se pueda ignorar la verdad.
“La credibilidad no tiene que ver con los números, sino con la verdad. Históricamente la verdad nunca ha sido popular, pero la Iglesia siempre ha tenido y tendrá un rol que desarrollar en la sociedad. Como pastores en grado de brindar una orientación moral, debemos insistir en la necesidad de afrontar las cuestiones morales que vician la nueva Constitución. Esta voz no podrá jamás ser callada”. (L.M.) (Agencia Fides 20/8/2010)
