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Lubumbashi (Agencia Fides)- “La verdad de la parábola del grano de mostaza, anunciada por Cristo hace más de dos mil años, ahora tiene lugar en una tierra donde la Palabra de Dios se sembró hace un siglo por los misioneros benedictinos que provenían de Brujas, donde ha dado vida a una Iglesia con raíces profundas, con más de un millón de católicos, el 43,9% de la población total de la archidiócesis de Lubumbashi, un centenar de sacerdotes diocesanos, un centenar de sacerdotes religiosos, más de medio millón de hermanos y hermanas consagrados, sin contar los fieles, hombres y mujeres, de Lubumbashi que son misioneros ad gentes” afirma la Conferencia Episcopal Congolense (CENCO) en un mensaje por el centenario de la archidiócesis de Lubumbashi, en el extremo sur de la República Democrática del Congo.
El Mensaje se ha leído el domingo 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Beata Virgen, por Donatien Nshole, Primer Secretario Adjunto de la CENCO. Don Nshole estaba en Lubumbashi para asistir a la clausura de la celebración del centenario de la archidiócesis, en representación de S.E. Mons. Nicolas Djomo, obispo de Tshumbe y Presidente de la CENCO.
“La CENCO expresa su gratitud y hace un homenaje especial a los pioneros de la misión que, ardientes de amor por Cristo, han dejado sus casas, sus familias, con gran sacrificio, para compartir con los congoleses la fe que ellos mismo habían recibido con el fin de conquistar para Cristo un nuevo pueblo. De la pequeña semilla en la tierra de Lubumbashi, ha nacido un gran árbol y los pájaros pueden encontrar refugio entre sus ramas. A estos héroes de los inicios de la evangelización, debemos añadir a todos aquellos que han metido sus manos en la masa para que creciese el reino de los cielos, no solamente por la promoción humana del pueblo congoleño” afirma el mensaje de los obispos.
El Centenario no debe limitarse a celebrar el pasado “sino que también es un momento de valoración, de efectuar un examen de conciencia de la comunidad cristiana para verificar la fidelidad a Cristo y a la Iglesia” recuerdan los obispos. La felicitación de la CENCO a esta Iglesia centenaria es por ver todos los valores apostólicos, el clero local, los monjes y monjas, los catequistas, las animadores de las comunidades, doblar los esfuerzos por construir la Iglesia –familia en la que todos se sienten hermanos y hermanas, hijos e hijas del mismo padre y ya no importa el ser del norte o del sur, de una tribu o de otra.
“Así – continúa el mensaje – se edificará la Iglesia – familia de Dios, pueblo de hermanos, pueblo que comparte, da testimonio del Evangelio; una Iglesia en primera línea contra todo lo que deshumaniza al hombre, una Iglesia comprometida con todo sus fuerzas por la paz, el desarrollo, la realización auténtica de sus hijos e hijas y adviento del Reino de Dios. (L.M.) (Agencia Fides 17/8/2010)
