ÁFRICA/CONGO RD - “La guerrilla extranjera está presente desde hace 15 años al este de la RDC y son un pretexto para permitir la explotación ilegal de los recursos mineros” afirman los misioneros

miércoles, 11 agosto 2010

Kinshasa (Agencia Fides)- La guerra que las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) están llevando adelante contra los rebeldes ruandeses de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) y del ADF-NALU no convencen a nadie por varias razones” afirma una nota enviada a la Agencia Fides por la “Red Paz para el Congo”, promovida por misioneros que trabajan en el país.
“En relación a la región de Beni-Luberto, se puede ver como los ataques contra los rebeldes extranjeros son llevados adelante como si estos vivieran entre la población congoleña, tanto en las ciudades como en las aldeas. Es así que se termina buscando a los rebeldes extranjeros en las casas y en las tierras de los autóctonos, con todas las consecuencias que dicho procedimiento supone: extorciones, violaciones, saqueos y robos. Los militares congoleños son enviados al llamado campo de batalla sin darles un salario suficiente, sin alimentos y sin alojamiento. Por lo que millares de soldados se ven obligados a vivir de la población, ya extremada por 14 años de guerra. La pregunta que uno se hace es cuál es el verdadero objetivo de la operación Ruwenzori: ¿los rebeldes extranjeros o la población del Congo?”, afirma la nota.
Además el mando de las operaciones militares ha sido confiado a oficiales que fueron parte de la guerrilla que buscaba separar la zona este del país del resto del Congo. Los crímenes de guerra cometidos por dichos militares no han sido nunca sancionados ni investigados. Por lo demás, los rebeldes extranjeros, a los que se está persiguiendo, “resisten hace 15 años a las tropas de la MONUC o MONUSCO (las dos misiones de las ONU en Congo) y a varios ejércitos ruandeses, ugandeses, sudaneses y congoleños. Si, por una parte, la opción militar no ha sido eficaz, por otra, la ONU no quiere abrir un diálogo con los representantes de los rebeldes, que buscan juntos modos para alcanzar la paz”, afirma la nota. “Se pude pues deducir que no existe una voluntad política para resolver la cuestión de los grupos armados extranjeros. Más bien, al contrario, estos son mantenidos, apoyados y utilizados por las multinacionales y por algunos gobiernos de los países vecinos para mantener una situación de inseguridad que les permita la explotación ilegal de los recursos mineros en la RDC y, en un futuro, una eventual división del país en varios estados más pequeños”, concluye la nota.
El riesgo de “balcanizar” el país, es decir desmembrar el Congo en varios estados más pequeños (y por lo tanto más fáciles de controlar para los intereses extranjeros), ha sido denunciado varias veces por los Obispos del Congo (ver Fides 6/10/2006 y 8/1/2008). (L.M.) (Agencia Fides 11/8/2010)


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