AMERICA/MESSICO - El Obispo de Durango: “La pobreza y el desempleo favorecen la violencia y la inseguridad”

martes, 3 agosto 2010

Durango (Agencia Fides) - La situación se vuelve cada vez más incontrolable en diferentes partes de México, creando situaciones de gran sufrimiento. Mons. Enrique Martínez Sánchez, Obispo auxiliar de Durango ha publicado una carta a la comunidad para reaccionar a esta situación cada vez más difícil.
“La violencia y la inseguridad que se vive en el Estado de Durango y que tiene como causa principal la delincuencia organizada, es una realidad compleja y difícil de analizar” afirma Mons. Sánchez Martínez. “El modelo económico actual ha entrado en crisis, desde hace tiempo y ha sido incapaz de resolver los problemas de la población. Lo único que ha hecho es empeorar la economía”.
El último informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), el 40 por ciento de la población que vive en condiciones de miseria de toda Latinoamérica, reside en México. Comenta el Obispo auxiliar de Durango, “nuestro país en donde 27 millones de personas no tienen acceso a la alimentación, la salud, la vivienda ni la educación, es el único que registró un empeoramiento de la pobreza.
La Secretaría de Desarrollo Social considera que “54% de los mexicanos (57.8 millones) vive con menos de 4 dólares diarios, mientras que el 32% (34.3 millones) vive con menos de 2.5 dólares y 24% (25.7 millones) con menos de 2 dólares” los Estados con el mayor numero de pobres en el país son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Durango, todos ellos, estados donde se concentran altos porcentajes de población indígena. “La distribución desigual de la riqueza favorece a la delincuencia organizada. La desigualdad provoca insatisfacción y sensación de injusticia, que es la puerta de entrada de la violencia y por consiguiente, de un clima de inseguridad. Ha crecido el porcentaje de jóvenes que tienen alguna profesión, y no tienen empleos estables y remunerados. Esto hace que muchos de ellos se dedican al narcotráfico o a la delincuencia organizada,” afirma el Obispo Auxiliar.
Mons. Sánchez Martínez concluye la carta con la invitación “a pensar en un modelo económico con un sentido más humano, en el marco la justicia social, de la caridad y de un desarrollo integral. Es el momento de pensar en el “bien común”.
Es de ayer la noticia que el presidente de México, Felipe Calderón ha admitido que el país vive “una nueva etapa del fenómeno de la inseguridad” y que “una escalada de delincuencia del crimen” amenaza la seguridad de todos los mexicanos. Desde que Calderón asumió el cargo en diciembre de 2006 y hasta la fecha, el crimen organizado ha asesinado a 25.000 personas. Calderón dijo que más del 90% de las muertes atribuidas al crimen organizado son criminales, el 5% policías y militares, y menos del 5% civiles. Según el presidente, estos datos muestran que hay una guerra en curso entre los cárteles de la droga. La ola de violencia, sin embargo, se caracteriza no sólo por el aumento del número de víctimas, sino también por la crueldad de los ataques con decapitaciones, ahorcamientos y coches bomba para sembrar el terror entre la población. (CE) (Agencia Fides 3/8/2010)


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