AFRICA - Un crecimiento económico desarticulado que favorece a una pequeña minoría

jueves, 24 junio 2010

Roma (Agencia Fides) – “Es indudablemente cierto que África está creciendo, pero no existen políticas que conviertan este crecimiento en políticas económicas que promuevan el bienestar de la población” dice a Fides P. Gerardo Caglioni, misionero javeriano con una gran experiencia en Sierra Leona, refiriéndose a un informe elaborado por una conocida empresa de consultoría financiera, sobre la economía africana. El informe afirma que África, junto con Asia, es el único continente cuya economía ha crecido (1, 4 por ciento) en 2009, a pesar de la grave crisis financiera mundial. Desde el año 2000, 316 millones de africanos tiene un teléfono móvil, más que toda la población de EE.UU.. En 2008 un billón de africanos han realizado gastos por 860 mil millones de dólares más del billón y 200 millones de indios.
“Los datos macroeconómicos no dicen dónde va la riqueza producida. El precio de las materias primas ha aumentado, pero ¿el precio es el más adecuado para los países productores? ¿Y cuanta de esta riqueza va a los trabajadores africanos mal pagados y obligados a trabajar en turnos agotadores y sin asistencia médica?” se pregunta el misionero.
“Hasta que no haya transparencia y una verdadera cultura de buen gobierno en África no se podrán realizar políticas de desarrollo autentico que mejoran la vida de las personas. En África el crecimiento económico es desarticulado, del cual gozan solo una minoría privilegiada, dejando a la mayoría de los africanos fuera del milagro económico”, dice p. Caglioni. “En cuanto a los teléfonos, la cultura africana se basa en la palabra y el debate (La Voz). Se ha pasado del tam tam al móvil. Aunque si el teléfono puede ser utilizado también para transferencias de dinero, en un contexto donde los servicios bancarios son escasos”, recuerda el misionero.
Este informe también afirma que los conflictos armados en África han disminuido en la última década. “Es cierto, pero la tensión se ha desplazado al ámbito social. Existen graves conflictos sociales, todavía latentes, que pueden explotar con una violencia inaudita si no reinterviene a tiempo para desactivarlos. Esto ocurre especialmente en los grandes centros urbanos. En el informe se señala acertadamente que el paisaje demográfico de África está experimentando un cambio dramático. Las sociedades africanas agrícolas y forestales se han convertido en urbanas. Cada vez son más los jóvenes que huyen del campo, donde las condiciones de vida son difíciles, para escapar a las ciudades, donde se encuentran con situaciones más difíciles todavía. Si no se da una esperanza de vida a estos jóvenes se está alimentando nuevas violencias y conflictos”, afirma P. Caglioni. El informe reconoce este problema y señala que aún existen dificultades para ofrecer a los jóvenes la educación, y después la posibilidad de un trabajo. “Ciertamente, ha habido progresos en la educación. Un gran número de niños africanos van a la escuela, pero el aumento cuantitativo se ha producido en detrimento de la calidad de la enseñanza. Esto se debe a la falta de maestros, material didáctico (manuales, libros, incluso los cuadernos) y las instalaciones (escuelas, laboratorios)”, recuerda P. Caglioni.
“Las oportunidades de crecimiento existen en África, sea por la disponibilidad de los recursos naturales, como por los recursos humanos, los hombres y mujeres del continente desean una vida mejor, pero tenemos que ofrecerles oportunidades reales para poder beneficiarse de sus capacidades”, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 24/6/2010)


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