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Caracas (Agencia Fides) – El escándalo ligado a las toneladas de víveres adquiridos en el exterior para alimentar a los venezolanos más pobres y que se dejaron perecer en los conteiner ocupa la primera plana de los medios de comunicación y del debate público en el país latinoamericano. Las informaciones recogidas por Agencia Fides indican que el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma ha denunciado en cuanto “acción de grave irresponsabilidad” el caso de los alimentos perecidos que fueron encontrados en completa descomposición. El alcalde mencionó 87 millones de kilos de víveres destruidos, que podían haber alimentado a 500 mil familias en el país. Asimismo lanzó un llamado para que el Jefe de Estado intervenga, como “buen padre de familia”, y se haga cargo de la situación. Según lo declarado por el Alcalde, con estos víveres “se podía ayudar a muchos ancianos y familias necesitadas, se podía asistir a muchos ciudadanos que se encuentran en extrema pobreza. No somos un país rico, hay pobres entre nosotros”.
Según lo publicado por la prensa local, los víveres habían llegado a diversos puertos venezolanos ya desde el 2008, y actualmente no hay un número preciso de cuántas miles de toneladas se han perdido. Las cifras oficiales indican que en Venezuela al menos el 6% de la población sufre de desnutrición, una tasa similar a la reconocida por el gobierno como índice de extrema pobreza. El Estado y el sector privado en Venezuela importan cerca de 8 mil millones de dólares en alimentos, entre leche, mantequilla y queso, carne y pollo, aceite, harina, azúcar, maíz, frejoles y otros productos que durante las últimas décadas del siglo XX se exportaban, como el café, que hoy es importado de Nicaragua. Sólo en Puerto Cabello (150 kilómetros al noroeste de Caracas) fueron abandonados 1200 conteiner con cerca de 35 mil toneladas de carne de res, chancho y pollo, leche y derivados, aceite vegetal, harina, azúcar, mermelada y sal. (CE) (Agencia Fides 9/06/2010; líneas 23, palabras 333)
