ASIA/ TURQUIA - Mons. Padovese, una grave pérdida para la Iglesia

viernes, 4 junio 2010

Iskenderun (Agencia Fides) – “La muerte de Mons. Luigi Padovese es una gran pérdida para la Iglesia turca y para la Iglesia Universal”, dice a Fides el p. Hanry Leylek OfmCap, fraile capuchino turco, con sede en Mersin, en el Vicariato Apostólico de Anatolia, y cohermano del Obispo asesinado ayer en Iskenderun.
Como p. Hanry explica a Fides, toda la Iglesia en Turquía abraza a la comunidad local que está de luto: el funeral se celebrará mañana, 5 de junio, en Iskenderun en la iglesia de la Inmaculada, por S. Exc. Mons. Ruggero Franceschini, Obispo de Smirne, también él fraile Capuchino.
“La gente llora, e incluso algunos musulmanes lloran. Hemos recibido mensajes de condolencia y solidaridad de todas partes: de todas las comunidades cristianas en Turquía (ortodoxos, armenos, sirios, etc) y de las autoridades civiles locales y nacionales”, señala el fraile.
“Mons. Padovese - continua - era mi Obispo y un compañero querido y estimado por todos. Era amable con la gente común, como con las altas autoridades. Era una buena persona, trabajó duro por el diálogo y la reconciliación. Era un estudioso de la Patrística, una persona de gran profundidad intelectual, pero sabía mantener la humildad típica del carisma franciscano. Estamos todavía incrédulos y dolidos. Le echaremos de menos”.
Sobre las condiciones actuales de los cristianos en Turquía, p. Hanry dice a Fides: “Desde el incidente de la muerte de don Andrea Santoro, se han dado cambios positivos. Aunque el gobierno está condicionado por partidos religiosos islámicos, se ha notado en los últimos años una apertura gradual a las comunidades cristianas y a sus derechos. Hoy se está discutiendo de la propiedad de la iglesia y de la personalidad jurídica de la Iglesia (que aún no se ha concedido), y los líderes políticos aceptan reunirse y escuchar a los Obispos y líderes cristianos”.
Como ejemplo de este camino, y como signo de la esperanza para el futuro, p. Hanry cita “la Iglesia de San Pablo en Iskenderun, que había sido convertida en un cine y la semana pasada fue devuelta al culto de la comunidad católica sirio-católica, y consagrada de nuevo”.
P. Padovese, dice el fraile, formaba parte de un grupo de diez capuchinos en misiones en Turquía: presentes en tierra turca desde hace más de 150 años, actualmente los capuchinos, tiene una parroquia de San Esteban en Yeşilköy (cerca de Estambul), dos en Smirne (Bayraklı y Buca), una en Mersin, una en Antioquía y una presencia significativa en el Santuario de Meryem Ana, en Éfeso.
Los monjes, concluye, “viven y trabajan con la humildad, alegría y sencillez de los hijos de San Francisco. Viven un diálogo franco, hecho de gestos de solidaridad, amistad, afecto, estima y respeto hacia todos, para proclamar la Buena Nueva con sus vidas incluso antes que con la palabra”. Los cristianos en Turquía son unos 115.000, tan sólo el 0,15% de la población, la mayoría concentrados en las ciudades de Estambul, Smirne y Mersin. Los católicos son cerca de 30 mil en total, en su mayoría latinos, pero también armenos, sirios y caldeos. (PA) (Agencia Fides 4/6/2010)


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