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Tocantins (Agencia Fides) – Organizada por el CIMI (Consejo Indigenista Misionero), del 24 al 27 de mayo se desarrolló la primera Asamblea de los pueblos indígenas de Goias y Tocantins en el Campus de la Universidad Federal de Tocantins, en Palmas, Brasil. Con el tema “Los desafíos de la defensa de los territorios y derechos indígenas”, el evento reunió cerca de 350 indígenas provenientes de diversos pueblos de la región. Según las noticias recibidas en la Agencia Fides, en relación al tema principal fueron organizados fórums de discusión y conferencias. Además se trató también de temas como el Estatuto de los Pueblos Indígenas, la restructuración del FUNAI (Fundación Nacional del Indígena), la actividad de la Comisión Nacional para la política indígena y algunas cuestiones relativas a la salud y a la educación de los pueblos aborígenes. También se realizaron espectáculos musicales y culturales de los pueblos indígenas. La discusión más importante se verificó al enfrentar el tema de los grandes proyectos: el evento se caracterizó por discusiones y discursos sobre los grandes proyectos que abarca el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) previsto para la región.
Para los representantes de los pueblos popoli Krahô, Karaja, Apinajé, Xerente, Krikati, Xambioá, Krahô Kanela, Javaé y Tapuia, entre otros, estos trabajos portarán sólo sufrimiento y muerte para sus comunidades. Una visión muy distinta de la propuesta por el gobierno federal, que continúa diciendo que los trabajos traerán desarrollo y mejores condiciones de vida a las poblaciones indígenas del país.
Según la información recogida por el Consejo Indigenista Misionero, existen cerca de 430 proyectos de trabajo que afectan a las áreas indígenas y la mayor parte son obras hidráulicas (144 proyectos). En el estado de Tocantins, son 16 los proyectos hidroeléctricos y en Goias son 17, como ha afirmado el subsecretario del CIMI, Saulo Ferreira Feitosa. La líder de los indígenas Apinajé ha hecho notar la falta de inversión en el ámbito universitario, especialmente en la investigación de otras fuentes de energía: “Sabemos lo que le está sucediendo a la población de Xingu, ¡pobre gente! No podemos permitir que continúen estos trabajos en las represas. Continuaremos afirmando que la represa no es una cosa buena”. Durante las pausas de los trabajos, los indígenas presentaron ritos tradicionales de sus respectivos pueblos, con cantos y bailes, caracterizados por la alegría y la esperanza en la llegada de mejores tiempos. (CE) (Agencia Fides, 29/05/2010 líneas 28, palabras 392)
