ÁFRICA/SUDÁFRICA - Sin poder acceder a una atención médica básica y sin un sistema de acogida digno, la vida de millares de migrantes continuará a ser extremadamente precaria e incierta

viernes, 28 mayo 2010

Johannesburgo (Agencia Fides) - Violencia sexual, terribles condiciones de vida, maltratos por parte de la policía, ataques xenófobos y falta de acceso a una atención médica de base, es el escenario con el que millares de personas vulnerables se enfrentan cada día, según denuncia la ONG Médicos Sin Fronteras profundamente preocupada por la salud y las condiciones de vida en la que se encuentran millares de migrantes y de refugiados en Sudáfrica. La organización brinda atención médica gratuita y asistencia a migrantes y refugiados en Johannesburgo y en la ciudad de Musina que se encuentra en la frontera con Zimbabwe. En Musina, al comienzo del año, se verificó un preocupante aumento de la violencia sexual y de asaltos por parte de grupos armados activos en ambos lados de la frontera contra los migrantes que trataban de cruzarla.
Fueron atendidos 103 casos de violencia sexual en los primeros cuatro meses del año, 71 desde marzo hasta hoy. Al darle asistencia a una promedios de 2,300 pacientes al mes en la clínica de Johannesburgo, la ONG ha podido constatar una serie de enfermedades relacionadas a la sobrepoblación de los espacios habitables y a las condiciones de vida extremadamente precarias. Mientras algunos migrantes encuentran refugio en una iglesia metodista en el centro de la ciudad, millares continúan a vivir en edificios abandonados en otras zonas de Johannesburgo, muchas veces sin luz, agua y gas, con el riesgo concreto de contraer patologías como infecciones al aparato respiratorio, gastroenteritis, diarrea e infecciones de la piel. La violencia de las bandas que actúan en la frontera y la incerteza sobre sus documentos una vez que entran al país es el pan cotidiano de esta gente. Sin el acceso a una atención médica básica y sin un sistema de acogida digno, la vida de millares de migrantes en Sudáfrica continuará a ser extremadamente precaria e incierta. MSF, además, trabaja en Sudáfrica desde 1999 en Musina, Johannesburgo y Khayelitsha cerca de Ciudad del Cabo, con un proyecto dirigido a pacientes con HIV/AIDS. (AP) (28/5/2010 Agencia Fides – líneas: 24; palabras: 364)


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