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Kinshasa (Agencia Fides)- El ataque de Pascua a la ciudad de Mbandaka (ver Fides 9/4/2010), capital de la Provincia del Ecuador, al noroeste de la República Democrática del Congo, está teniendo graves repercusiones en todo el País y ha suscitado polémicas entre las autoridades congolesas y la Misión de las Naciones Unidas en el Congo (MONUC).
El 8 de abril el Presidente Joseph Kabila viajo a Mbandaka donde presidió una reunión de emergencia del Consejo de seguridad y defensa. Tres altos oficiales de las fuerzas armadas congoleñas (FARDC) han sido suspendidos del servicio y tendrán que responder de su comportamiento frente a un tribunal militar. Otros militares han sido acusados de cobardía, de saqueos y de terrorismo. El Ministro de la Comunicación, Lambert Mende, calificó el ataque de Pascua “un acto de terrorismo cometido por un grupo armado”. Además, el Ministro anunció otras sanciones contra los militares infieles, la apertura de una investigación en relación a un diputado regional y a dos diputados de la Provincia del Ecuador a la Asamblea Nacional, acusados de complicidad con los rebeldes.
El 4 de abril, domingo de Pascua, un grupo de rebeldes Enyele llegaron a través del rio Congo hasta Mbandaka donde encontraron una escasa resistencia por parte de los militares de la FARDC y de los “Cascos Azules” de la MONUC. Sobre el comportamiento inicial de los soldados de la ONU se ha producido una polémica entre Kinshasa y la dirigencia de las Naciones Unidas. Según el Ministro Mende, un emplazamiento de la MONUC dotada de ametralladoras habría asistido, sin intervenir, al asesinato de un civil congoleño por parte de los rebeldes llegados al embarcadero de la ciudad. El emplazamiento de la ONU se encontraría a 25 metros del lugar donde fue cometido el delito.
Los representantes de la ONU han respondido a las acusaciones evidenciando que la MONUC ha dado un apoyo decisivo al ejército congoleño para retomar el control de Mbandaka y de su aeropuerto. En la prensa congoleña se manifiesta además el descontento por el hecho de que los representantes de la MONUC le hayan pedido al gobierno de Kinshasa iniciar tratativas con los rebeldes Enyele, como ya sucedió en Kivu con los rebeldes del CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo). Una lógica que podría “premiar” a cualquier grupo que tome las armas para reclamar sus propios intereses. Un acto inaceptable para cualquier Estado de derecho. No se entiende porque sólo la RDC debería realizarlo. Ya que además se tienen fundadas dudas sobre los motivos reales de los asaltantes de Mbandaka así como de la complicidad, interna y extranjera, de la que habrían gozado. (L.M.) (Agencia Fides 12/4/2010 – líneas: 32, palabras: 450)
