AMÉRICA/BRASIL - Un centenar de muertos a causa de las fuertes lluvias que han golpeado el estado de Río de Janeiro

miércoles, 7 abril 2010

Río de Janeiro (Agencia Fides) – Casi un centenar de personas han muerto a causa de las fuertes lluvias iniciadas el lunes 5 de abril en la noche, y que han golpeado el estado brasileño de Río de Janeiro, que cuenta con 16 millones de habitantes, paralizando la capital del estado. Los 95 muertos oficialmente registrados hasta el momento por la Protección Civil, están distribuidos entre las ciudades de Río de Janeiro, donde se han contabilizado 34 muertos; Niteroi, una ciudad satélite conectada con Río por un puente (cerrado a causa del viento), Sao Gonalo y la ciudad de Nilópolis. Las calles de Río están en algunas zonas completamente cubiertas de agua y los nueve millones de habitantes de la metrópoli se encuentran en un caos total. Luego de estas fuertes lluvias, miles de personas no han podido regresar a casa luego del trabajo y han debido pasar la noche en sus autos o refugiándose a lo largo de las calles en los pocos negocios que permanecían abiertos.
Los más perjudicados dramáticamente por las consecuencias de la lluvia son particularmente los numerosos habitantes de las favelas, que viven en casas precarias, en terrenos de barro. En Morro das Mangueiras, favela al norte de Rio, la televisión brasilera ha mostrado imágenes aéreas de personas que pedían ayuda desde edificios precarios de tres o cuatro pisos, que estaban a punto de desmoronarse. Se trata de la peor inundación de la historia de Rio de Janeiro.
Este emergencia natural se da justamente en el día en que, en Brasilia, la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil(CNBB) ha previsto un debate sobre la construcción de la diga de Belo Monte, en Rio Xingu, estado del Pará. La decisión de tener este debate ha sido tomada durante la reunión del Consejo Episcopal de Pastoral de la CNBB (Consep) en el mes de febrero, con el objetivo de involucrar a la sociedad en las discusiones de esta obra. Para la ocasión, el Consejo ha hecho una declaración donde manifiesta su preocupación por la construcción del implante a causa del fuerte impacto ambiental y del movimiento obligado de las familias en la región. (CE) (Agencia Fides, 07/04/2010)


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