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Jos (Agencia Fides) - El 21 de marzo se celebró una misa en St Fidelis Catholic Church, en Dogon Na Hawa (a unos 20 Km. de Jos, capital del Estado de Plateau, en Nigeria central), donde, según ha informado a Fides Su Excelencia Mons. Ignatius A Kaigama, Arzobispo de Jos, “granjeros Fulani han realizado una serie de ataques mortales, matando a mujeres y niños, tal vez en reacción a la pérdida de ganado y la muerte de sus familiares y amigos en una pelea precedente. Para los fulani los rebaños tienen valor por encima de cualquier otra cosa y pueden hacer de todo para vengar su pérdida”(ver Fides 17/3/2010).
El 19 de marzo otra misa en sufragio de las víctimas de las masacres que tuvieron lugar anteriormente en el estado de Plateau se celebró en la iglesia de San Jarlath en Bukuru (a 15 Km. de Jos). La Misa fue presidida por Su Eminencia el Cardenal Peter Turkson, Presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, en presencia de un gran número de sacerdotes, laicos y representantes de instituciones, entre los cuales el Vicegobernador, Pauline Tallen.
Durante la Misa se leyeron los mensajes de solidaridad del Papa Benedicto XVI, de Su Eminencia el Cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, del Cardenal Turkson y de varias diócesis de Europa, América y África”.
También se distribuyeron ayudas a las víctimas, cuyos hogares y medios de vida han sido destruidas, gracias a la ayuda de la CAFOD (Catholic British Agency for Overseas Development), del Catholic Relief Services, de Missio Aachen, de las diócesis de Nigeria y de las parroquias de Jos. De los 25.000 refugiados, más de 5.000 son católicos, la mayoría se enfrentan a la falta de vivienda y de las necesidades inmediatas de la vida. “Las dos iglesias católicas en Ubiel Chwelnyap todavía están en ruinas y de deben reconstruidas. Se insta a los fieles a reforzar la oración en familia y buscar el rostro de Dios que ha prometido estar con su pueblo, aun en los momentos de prueba más difíciles”, dice el Arzobispo de Jos a la Agencia Fides.
“La misa fue la respuesta cristiana a los ataques que se han cobrado cientos de víctimas asesinadas a sangre fría, en una crisis que a menudo se clasifica como “religiosa”, pero sabemos que está causada por un conjunto de factores políticos, económicos, étnicos y religiosos. Hombres, mujeres, niños han expresado su profundo pesar y solidaridad con las personas afectados. Se han elevado oraciones para pedir el final del circulo de violencia, la paz en la tierra, el descanso eterno de las almas de los difuntos y la armonía social entre cristianos y musulmanes”, concluye Mons. Kaigama. (L.M.) (Agencia Fides 25/3/2010)
