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Kinshasa (Agencia Fides) – En la noche entre el 20 y 21 de marzo los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) asaltaron la localidad de Bamokandi, en los alrededores de la ciudad de Dungu, 780 kilómetros al noreste de Kisangani, capital de Provincia Oriental de la República Democrática del Congo.
“Esta ve el ejército parece haber logrado intervenir a tiempo para impedir el rapto de algunas personas que ya habían sido hechas prisioneras por los rebeldes”, afirma Su Excelencia Mons. Richard Domba Mady, Obispo de Dorma-Dungo, en diálogo con Agencia Fides. “En otros casos lamentablemente la población ha quedado a merced de los guerrilleros”. Otro grupo del LRA había atacado el 21 de marzo la población de Agoumar, al sureste de la República Centroafricana, no lejos del confín con la República Democrática del Congo (ver Fides 23/3/2010)”.
“Los guerrilleros ugandeses se han dividido en al menos 5 grupos que se mueven entre la RDC, Centroáfrica y Sudán del sur”, explica Mons. Domba Mandy. “Se han vuelto un problema regional. Continúan sembrando muerte y destrucción pero no se entiende qué pretenden ni cuál sea su programa político. Este grupo tiene que ser clasificado como organización terrorista”.
“En la Provincia Oriental hay 4 diócesis golpeadas por la violencia del LRA, tanto de manera directa como indirecta, por la presencia de numerosos refugiados internos a causa del terror sembrado por los guerrilleros”, afirma Mons. Domba Mady. “Se trata de las diócesis de Dorma-Dungu, Buta, Bondo e Isiro-Niangara. En esta última, entre el 13 y el 14 de diciembre del 2009, los guerrilleros habían atacado una localidad en los alrededores de Tapili, asesinado a unas cien personas y raptando a cerca de 40 entre jóvenes y niños (ver Fides 4/1/2001)”.
También Mons. Etienne Ung’Eyowun, Obispo de Bondo, lanzó una señal de alarma por la grave situación de inseguridad en su diócesis, al término de la visita a 5 de las 10 parroquias de su territorio. Según el Obispo de Bondo, el LRA ocupa 3 de las 4 “chefferies” (división administrativa local) y ha obligado a miles de personas a la fuga. Además de los rebeldes ugandeses, según Mons. Ung’Eyowun, también los ganaderos nómades Mbororo contribuyen a generar un clima de inseguridad, con sus vacas que devoran los campos de los agricultores locales. La situación más grave es la de Ango, donde la población está en el hambre debido a que los guerrilleros del LRA han depredado sus cosechas y sus reservas alimentarias.
Ango, Dakwa, Banda y Bondo son las localidades donde la situación es más difícil, pero según Mons. Ung’Eyowun, “a pesar de estos sufrimientos, el Pueblo de Dios vive su fe con dignidad y con esperanza en una futuro más tranquilo”. (L.M.) (Agencia Fides 24/3/2010; líneas 33, palabras 471)
