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Barcelona (Agencia Fides) - Del 7 al 10 de marzo se realizó en Barcelona el 21º encuentro anual “Pastoral de los migrantes en las grandes ciudades de Europa”, que reunió a los responsables y agentes pastorales provenientes de Viena, Bruselas, Lyon, Frankfurt, Colonia, Milán, Turín, Roma, Luxemburgo, Basilea, Barcelona, así como exponentes de las Comisiones nacionales de la pastoral de los migrantes de Francia, España y Suiza. El tema afrontado fue “Los hijos de los inmigrantes. ¿Qué pastoral?”. Se trata de una cuestión de fundamental importancia para el futuro de la Iglesia en Europa ya que las nuevas generaciones de origen inmigrada constituyen una porción cada vez más amplia de la juventud europea.
El congreso de Barcelona consideró los contextos de las diversas ciudades, evidenciando la variedad de las situaciones en que viven estos jóvenes según la particular historia de inmigración de cada país. La inserción escolar y profesional resulta fundamental para la integración en la sociedad y es la posibilidad para los muchachos de desarrollar en modo sereno y equilibrado su doble pertenencia, cultural y lingüística. Incluso en las áreas de más antigua inmigración los resultados alcanzados en este campo no son todavía satisfactorios. El compromiso de la Iglesia tiene, por lo tanto, también un carácter social, educativo y político, con el fin de garantizar iguales oportunidades a todos los jóvenes y de contrastar la difusión de la xenofobia.
La pastoral específica para los hijos de los inmigrantes católicos busca ayudarlos a ser cristianos adultos y a dar testimonio de la fe en una sociedad cada vez más marcada por los extremos de una secularización avanzada y de una variedad religiosa sin precedentes. Para aquellos que nacen en el país de inmigración se pone la cuestión de la participación activa al interno de la Iglesia local, una participación que no implique la negación de sus raíces religiosas vinculadas a la familia y, por lo tanto, a la cultura de origen. Antes de ser “migrantes” ellos son “jóvenes”, es decir plenamente partícipes de los estilos de vida y de los lenguajes juveniles difundidos hoy a nivel global. Entre las propuestas que surgieron está la de una mayor convergencia entre pastoral familiar, juvenil y migratoria. Se dan algunos ejemplos de pastoral juvenil en que jóvenes católicos de origen extranjero y autóctonos se encuentran para compartir el camino de fe para descubrir una identidad cristiana abierta y universal. Finalmente, la misma Iglesia local está llamada a testimoniar su catolicidad en un camino de conversión hacia la acogida y la comunión entre las diversidades. (LD/SL) (Agencia Fides 17/3/2010; líneas 29 palabras 422)
