ÁFRICA/NIGERIA - “Es hora de que los líderes políticos hagan su parte en afrontar las causas de la violencia desde su raíz”, declara a Fides el Arzobispo de Jos

sábado, 13 marzo 2010

Jos (Agencia Fides) – “Los políticos deben tomar al toro por las astas y resolver las causas profundas de estos episodios cíclicos de violencia. No me cansaré de repetirlo: las verdaderas causas de la violencia no son religiosas, sino étnicas, sociales, políticas y económicas”, afirma Su Excelencia Mons. Ignatius A. Kaigama, Arzobispo de Jos, capital del Estado de Plateau.
“Nosotros, los líderes religiosos, continuaremos haciendo nuestra parte, predicando la no-violencia y el respeto recíproco; sin embargo, es necesario también que los administradores y los políticos hagan lo suyo”, afirma Mons. Kaigama.
Entre las causas profundas de la crisis Mons. Kaigama alude a la distinción entre “indígenas” y “no indígenas”, que divide a las poblaciones del Estado.
Según diversos analistas, en la raíz de los enfrentamientos en el estado de Plateau está la distinción, que se remonta a los tiempos de la colonización británica, entre los que tienen el status de “indígena” y de “no-indígena”. En el primer caso, se tiene acceso a una serie de derechos, en cuanto habitante originario del Estado. Los “no-indígenas”, en cambio, sufren discriminación, como por ejemplo, la exclusión de diversos puestos en el Estado, limitaciones en el acceso a las universidades para las cuales se deben pagar tasas de inscripción más altas, etc.
En una nota enviada a la Agencia Fides, Mons. Kaigama reconstruye de esta manera los últimos ataques:
“A menos de dos meses de los hechos del 17 de enero de 2010, en los que cientos de personas perdieron la vida (ver Fides 20/01/2010), más de cien personas fueron asesinadas en un ataque en la mañana del 7 de marzo en las poblaciones de Dogon Nahawa, Ratsat y Zot Foron, a cerca de 15 kilómetros al sur de la ciudad de Jos, en lo que parece ser un ataque de represalia. Los habitantes de la zona del grupo étnico Berom (sobre todo cristianos) han afirmado que los agresores eran pastores musulmanes Fulani, que los atacaron mientras dormían. El ataque, que duró más de dos horas, se inició a las 2.30 y las víctimas fueron sorprendidas sin ningún tipo de preparación para afrontar el ataque. El uso de numerosas armas de fuego, espadas, y otra armas letales dejó a las víctimas sin ninguna posibilidad, sobre todo a las mujeres y a los niños, que fueron atacados y quemados mientras buscaban escapar de la masacre.
Las cifras exactas de las víctimas son normalmente difíciles de verificar en dichas circunstancias. Los medios proporcionan cifras divergentes que van de 150 a 700 muertos. El párroco de la Parroquia St. Thomas Shen, que sirve en las zonas afectadas, Fr. Philip Jamang, afirma haber asistido personalmente a la sepultura de 64 personas en la población de Dagon Na Hawa, de 30 personas en Ratsat y de 24 personas en Zot Foron. Un habitante de la zona describió cómo los atacantes iban disparando al aire con el fin de hacer salir a la gente de sus casas, para luego atacarlas a golpe de machete y quemar las viviendas.
Como en el caso de la crisis del 2008, la Arquidiócesis católica de Jos está organizando una Misa de solidaridad y de sufragio por las víctimas. La Santa Misa se tendrá el 19 de marzo en la St. Jarlath’s Parish Church Bukuru, en un área que ha sido particularmente afectada. Hemos obtenido el apoyo de algunas diócesis de Nigeria, de las agencias internacionales de la Iglesia y de personas particulares. Nuestro Departamento de “Justicia, Paz y Caridad” ha enviado productos alimenticios, medicinas y vestidos para las miles de refugiados (musulmanes, cristianos y otros)”. (L.M.) (Agencia Fides 13/3/2010; líneas 42, palabras 618)


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