AMÉRICA/ESTADOS UNIDOS- Los Obispos de Arizona invitan a los congresistas a preocuparse “por los más vulnerables entre nosotros”, con la normativa de la inmigración.

miércoles, 10 marzo 2010

Phoenix (Agencia Fides) – Los Obispos de Arizona (J. Thomas Olmsted, Obispo de Phoenix; Gerald F. Kicanas, Obispo de Tucson y James S. Wall, Obispo de Gallup, New Mexico), han hecho presente a los congresistas que la legislación que proponer un cambio en la vida de los inmigrantes clandestinos intimidándolos e induciéndolos a no denunciar actividades criminales cuando sean víctimas, y por ello causando un fuerte aumento de las tasas de criminalidad.
La normativa en cuestión es el “Senate Bill 1070” y el “House Bill 2632”, que son idéntico y exigirían a la policía local ser más decidida en la aplicación de la ley en materia de inmigración. Los Obispos de Arizona afirman, en un comunicado, que “todo aquello que puede desalentar la denuncia de un crimen hará solamente que queden libres peligrosos criminales, haciendo a nuestras comunidades cada vez menos seguras”, sobre todo porque “el lenguaje de tales normas no precisa claramente que las personas sin documentos que sean víctimas de crímenes pueden denunciarlos sin temer expulsión alguna”.
Los Obispos expresan su preocupación visto que la normativa no limita la aplicación de la ley a las personas sospechosas de actividades criminales, hecho que abriría la puerta a la criminalización de niños y jóvenes llevados a los Estados Unidos por sus padres. “Si aplicado, este modelo de ley podría llevar a la separación de los miembros de la misma familia, cosa que hubiera tenido lugar en el cuadro actual de la ley federal”, afirman los Obispos. “Pensamos que sería mucho mejor retirar estas normas en vez de correr el riesgo de sanciones costosas e castigos injustos”. Los Obispos concluyen su declaración diciendo: “Estamos agradecidos por el servicio público que todos nuestros funcionarios electos ofrecen para el bien común del estado, y oramos para que sus decisiones sean guiadas por la sabiduría y por una auténtica preocupación por los más vulnerables entre nosotros”. (AR) (Agencia Fides 10/03/2010; líneas 23, palabras 335)


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