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Jalandhar (Agencia Fides) – Hubiera sido mucho peor la violencia desatada el 20 de febrero en la ciudad de Batala, en Punjab (India Noroccidental), y algunas aldeas limítrofes, tras la publicación del retrato blasfemo de Cristo en carteles pegados públicamente (ver Fides 22/2/2009). Según informaciones recogidas por Fides, los militantes de las organizaciones fundamentalistas hindúes como el “Sangh Parivar”, que desataron la violencia y atacaron las iglesias, han tratado de quemar vivas a dos familias cristianas.
Como afirma a Fides el All Indian Christian Council (AICC), organismo que se ocupa de la protección y de la promoción de las minorías cristianas en India, se han salvado por milagro el diácono Victor Gill, su mujer Parveen, y otra familia cristiana que vivía en la cercanía de la Iglesia del Norte de India, incendiada por los extremistas.
“La policía ha observado la agresión y el intento de homicidio sin intervenir”, nota a Fides la AICC. “Ningún reporte policial existe sobre lo sucedido: es más, los cristianos han sido intimidados a no denunciar nada para no sufrir consecuencias desagradables y poder obtener la liberación de cristianos arrestados”, continúa la organización que ha realizado una misión en Punjab para investigar los eventos. “La estrategia de los ataques indiscriminados, sin algún respeto por la vida humana recuerda cuanto sucedido en Orisa en el 2008”, nota alarmado a Fides John Dayal, jefe de la delegación AICC.
Además los ataques sucedieron no obstante el toque de queda que, dadas las protestas y desórdenes, ya había sido decretado. Esto, según la AIIC, hace suponer la complicidad de la policía acusada de dar protección a los grupos fundamentalistas, mientras ha arrestado a diversos jóvenes involucrados: se trata sobre todo de dalit, que necesitaban que todos los comerciantes de la zona cerrasen sus negocios como signo de protesta y solidaridad con la comunidad cristiana. La AICC ha redactado un reporte sobre lo sucedido, solicitando a las autoridades del estado de Punjab y las federales que inicien una investigación oficial sobre los hechos.
En Punjab la población cristiano es de unos 300 mil personas, el 1,2% de la población total. El gobierno del estado están en manos del partido nacionalista Hindú Baratiya Janata Party, brazo político de los movimientos fundamentalistas. (PA) (Agencia Fides 3/3/2010; líneas 28, palabras 332)
