AMERICA - Se enciende de nuevo el debate sobre las uniones homosexuales y la adopción de niños por parte de estos

jueves, 25 febrero 2010

Lima (Agencia Fides) - El debate sobre el llamado “matrimonio” entre homosexuales se ha presentado, o re-presentado últimamente, en varios países de América Latina. El Obispo emérito de Chimbote, monseñor. Luis Bambarén, ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEB) y ex Presidente de Caritas Internacional para América Latina, ha expresado su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo: “El matrimonio es algo sagrado, estas personas pueden vivir juntos, pero no pueden casarse, esta es mi clarísima posición”, dijo el obispo en una entrevista con Radio Programas del Perú.
Mons. Bambarén ha rechazó la propuesta hecha por el diputado Carlos Bruce de legitimar la unión entre personas del mismo sexo, solicitud a inserir en el plan de gobierno llamado “Perú Posible”. “Lamento que Bruce haya presentado esta iniciativa, que pone en peligro a nuestros jóvenes, que sin duda están en busca de valores para construir sus vidas sobre valores permanentes”, dijo el obispo, mostrando también su oposición a las propuesta de que los homosexuales que viven como pareja puedan adoptar niños.
La cuestión de los llamados “matrimonio” entre homosexuales es significativo e importante para la sociedad, y según el obispo requiere de más discusión: “Hay que discutirlo más, valorarlo más, debemos ser muy precisos en este sentido, respetar sus derechos, pero no podemos abrir las puertas para que otras personas pueden conducirnos a la corrupción”. Mons. Bambarén expresó su apoyo al hecho de que parejas homosexuales puedan heredar propiedades y otros bienes, entre ellos, y lanzó un llamamiento hacia la “comprensión” de aquellas personas que desde su nacimiento tienen un comportamiento homosexual, incluso reafirmando al mismo tiempo su oposición al matrimonio entre homosexuales.
En Argentina, el Arzobispo de Buenos Aires, el Cardenal Jorge Bergoglio, rechazó la decisión del Organismo de Justicia para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo como “contraria” a la ley del país. Señalando que desde “el tiempo de los antiguos, el matrimonio se entiende como la unión entre un hombre y una mujer”, el Cardenal advirtió que “su declaración no supone discriminación alguna”. También recordó que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires “tiene la obligación de recurrir al apelo”. En noviembre pasado, contra una sentencia similar, el Arzobispo había criticado al alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, considerando que al no hacer recurso de casación, había “incumplido gravemente” sus deber como funcionario público.
En México el problema se presenta en forma compleja, porque en algunos estados del país, la ley ya ha sido aceptada, mientras que en otros, no es válida. No es sólo la Iglesia la que defiende los derechos de los niños, sino también otras instituciones critican el caos que se puede desencadenar de una degeneración de la norma dentro del mismo país. En un comunicado de la Arquidiócesis de México del 31 de enero de 2010 se lee: “No se trata de temas religiosos, sino del derecho; no es una cuestión de acuerdos con la Iglesia Católica, sino de la legalidad; no es la imposición de una ideología, sino un razonamiento de sentido común y en el orden de los principios éticos de la humanidad y la vida natural y social”. (CE) (Agencia Fides 25/02/2010)


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