ÁFRICA/ COSTA DE MARFIL - Reprimida en sangre una manifestación de la oposición; “la población sufre, pero no logra encontrar un acuerdo para lograr que el país salga de la situación política actual”, afirman fuentes locales

sábado, 20 febrero 2010

Gagnoa (Agencia Fides)- “Policía y gendarmería controlan la ciudad y la situación es tranquila”, dicen a Fides fuentes locales de Gagnoa, al suroeste de Costa de Marfil, donde ayer, 19 de febrero, una demostración de la oposición fue reprimida en sangre. “La demostración no había sido autorizada por las autoridades y las fuerzas del orden la anularon con la fuerza, incluso con el uso de armas de fuego. Se cuentan al menos 5 muertos”, afirman las fuentes de Fides, que por motivos de seguridad no desean ser citadas.
La tensión en Costa de Marfil aumentó desde que el 12 de febrero el Presidente Laurent Gbagbo disolvió el gobierno de unidad nacional y la Comisión Electoral Independiente. Gbagbo dió el cargo al Primer Ministro saliente Guillaume Soro (líder de las Fuerzas Nuevas, ex guerrilla que controla el norte del país), de formar un nuevo gobierno.
Ayer, la coalición de los principales partidos de oposición, RHDP (Rassemblement des Houphouétistes pour la Démocratie et la Paix), pidió en un comunicado “las dimisiones de Gbagbo de sus funciones de Jefe de Estado de Costa de Marfil y la restauración inmediata de la Comisión Electoral Independiente con todos sus derechos”.
Gbagbo disolvió la Comisión Electoral Independiente por contrastes sobre la formación de las listas electorales. Una de las razones principales de la crisis política se refiere al status de millones de personas que viven desde hace años en el país o han nacido ahí pero que son extranjeros: son ciudadanos de Costa de Marfil a todos los efectos, y por lo tanto deben ser insertados en las listas electorales, ¿o no? Es evidente que la inserción en las listas de cientos de miles, sino millones, de nombres pude determinar el resultado de las elecciones.
“Estamos muy preocupados por la situación política que dura desde hace mucho. La población sufre, porque la economía está en graves dificultades. Los políticos no escuchan el llamado que llega de diversas partes, incluso de la Iglesia, para encontrar una solución a la crisis”, concluyen las fuentes. (L.M.) (Agencia Fides 20/2/2010; líneas 371, palabras 27)


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