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Johannesburgo (Agencia Fides)- Los Obispos sudafricanos se declararon “profundamente preocupados por el escandaloso comportamiento de los líderes quienes vergonzosamente se burlan de las normas de la moral y de la decencia, aceptadas y exigidas por la gran mayoría de la población” en un comunicado firmado a nombre de la Conferencia Episcopal Católica de Sudáfrica (SACBC) por S.E.R el Cardenal Wilfrid Napier, Arzobispo de Durban. “En particular – continúa el documento enviado a Fides- deploramos los intentos de excusar o defender el mal comportamiento moral en nombre de la 'cultura'. Basándonos en la clara enseñanza de Nuestro Señor Jesucristo sobre las relaciones entre hombres y mujeres, casados o no, hacemos un llamado a nuestros líderes a esforzarse para ser un modelo positivo para los jóvenes y niños de la nación”.
El comunicado fue publicado luego de revelarse que el presidente sudafricano Jacob Zuma, polígamo y fiel a la tradición zulu, tuvo un hijo fuera del matrimonio. Zuma, de 67 años, se casó el mes pasado por quinta vez y actualmente tiene tres mujeres legítimas. Su último hijo nació de la relación la hija de Irvin Khoza, Presidente del Comité organizador del mundial de fútbol a realizarse en junio. El presidente sudafricano, ya padre de 19 hijos legítimos, reconoció su vigésimo hijo pagando el Inhlawulo, el tradicional resarcimiento a la familia Khoza. Zuma presentó sus disculpas, afirmando estar “profundamente disgustado por los sufrimientos causados a mi familia, a mi partido, el African National Congress, y a los sudafricanos en general” y reiteró “la importancia de la familia como institución”. Recientemente, desde la platea del foro internacional de Davos, en Suiza, Zuma defendió la poligamia diciendo que “es un problema sólo para aquellas culturas que se consideran superiores”. Las excusas del presidente no parecen suficientes para los Obispos católicos: “mientras tomamos nota de la expresión de lamento del Presidente Zuma por practicar 'sexo no seguro' estamos sorprendidos por el hecho que, por segunda vez en varios años, no haya expresado remordimiento y arrepentimiento por su propio adultero. Estamos igualmente contrariados por el daño irreparable cometido contra los esfuerzos de la nación por reducir o invertir la desenfrenada difusión del sida”. “Por tanto pedimos a toda la comunidad eclesial realizar su vocación y misión de testimoniar la vida y las enseñanzas de Cristo, rechazando todos los comportamientos inmorales, en particular la inmoralidad sexual, comprometiéndose a mantener las enseñanzas del Creador para construir una sociedad sólida y sana”, concluye el comunicado. (L.M.) (Agencia Fides 15/2/2010 líneas 28, palabras 412)
